Domingo 27 de diciembre – La misión de la familia: acompañar en camino para encontrar a Dios.
La Sagrada Familia de Jesús, María y José
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Contemplando al Niño Jesús en el Templo, inicio mi oración lleno de fe, esperanza, confianza y amor. Tu gracia me renueva, me fortalece y me motiva para afrontar, hoy, los retos de ser un auténtico testigo y pregonero de la gran misericordia que nos tienes.
Evangelio del día, (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 2, 41-52
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la fiesta, según la costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo supieran. Creyendo que iban en la caravana, hicieron un día de camino; entonces lo buscaron, y al o encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su busca.
Al tercer día lo encontraron en templo, sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, sus padres se quedaron atónitos y madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué te has portado así con nosotros? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia.» Él les respondió: «¿Por qué me andaban buscando? ¿No sabían que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?» Ellos no entendieron la respuesta que les dio. Entonces volvió con ellos a Nazaret y siguió sujeto a su autoridad. Su madre conservaba en su corazón todas aquellas cosas.
Jesús iba creciendo en saber, en estatura y en el favor de Dios y de los hombres.
Palabra del Señor.
Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)
«En el Evangelio no encontramos discursos sobre la familia, sino un acontecimiento que vale más que cualquier palabra: Dios quiso nacer y crecer en una familia humana. De este modo, la consagró como camino primero y ordinario de su encuentro con la humanidad.
En su vida transcurrida en Nazaret, Jesús honró a la Virgen María y al justo José, permaneciendo sometido a su autoridad durante todo el tiempo de su infancia y su adolescencia. Así puso de relieve el valor primario de la familia en la educación de la persona. María y José introdujeron a Jesús en la comunidad religiosa, frecuentando la sinagoga de Nazaret. Con ellos aprendió a hacer la peregrinación a Jerusalén, como narra el pasaje evangélico que la liturgia de hoy propone a nuestra meditación. Cuando tenía doce años, permaneció en el Templo, y sus padres emplearon tres días para encontrarlo. Con ese gesto les hizo comprender que debía «ocuparse de las cosas de su Padre», es decir, de la misión que Dios le había encomendado.
Este episodio evangélico revela la vocación más auténtica y profunda de la familia: acompañar a cada uno de sus componentes en el camino de descubrimiento de Dios y del plan que ha preparado para él. María y José educaron a Jesús ante todo con su ejemplo: en sus padres conoció toda la belleza de la fe, del amor a Dios y a su Ley, así como las exigencias de la justicia, que encuentra su plenitud en el amor. De ellos aprendió que en primer lugar es preciso cumplir la voluntad de Dios, y que el vínculo espiritual vale más que el de la sangre.» (Benedicto XVI, 31 de diciembre de 2006)
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Organizar lo necesario (no quejas porque nadie ayuda, no obligar sino atraer, etc.) para propiciar que haya una auténtica convivencia familiar este domingo, donde se experimente la unión.