Domingo 29 de abril – Permanece junto a mí.
H. César Yali Molina Flores, L.C.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Padre Misericordioso, dame la fuerza para permanecer siempre junto a Ti para ser fiel y perseverante en mi vida de oración y de apostolado.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 15, 1-8
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto.
Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho. Permanezcan en mí y yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer. Al que no permanece en mí se le echa fuera, como al sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde.
Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá. La gloria de mi Padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten, así como discípulos míos”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El Evangelio del día te invita y promete que, si permaneces junto a Cristo, Él permanecerá junto a ti.
Para permanecer junto a Cristo debes de conocerle y desear estar junto a Él. Recuerda que los lazos de amistad se fortalecen con la convivencia, conociéndose mutuamente. Ciertamente Cristo te conoce y sabe que eres débil, por esto quiere que comprendas lo que ha sido y es capaz de hacer por ti. Piensa en los momentos difíciles que has pasado junto a la persona con quien mejor te llevas; si tú te has alejado, cuando has regresado confías en que vas a encontrar que todo sigue igual. Incluso, si hay una auténtica amistad, ésta se ha fortalecido porque han sabido superar las dificultades, o traiciones.
Jesús nunca te ha traicionado, has sido tú quien se ha alejado, y aun así Él siempre te espera con los brazos abiertos. En la dinámica de la vida, Dios te enseña que, cuanto más te superas junto a Él todo lo que pidas te será concedido, porque un amigo siempre está para los amigos.
Ojo, no conviertas ni lleves una amistad a un plano utilitarista porque seguramente nada de lo que busques te hará sentir satisfecha (o). Tu egoísmo impide que disfrutes de la vida, no obtienes lo que esperas, pues en tu ceguera no te das cuenta que lo mejor para ti es lo que Dios te ofrece. Al permanecer junto a Él logras comprender que es lo mejor para tu vida y en esta medida se cumplen las palabras del Evangelio: «Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá.»
No temas conocerle y ser su amiga(o). Él te espera siempre con los brazos abiertos para que permanezcas junto a Él, porque te ama.
«Permanecer en Dios y en su amor, para anunciar con la palabra y con la vida la resurrección de Jesús, testimoniando la unidad entre nosotros y la caridad con todos.»
(S.S. Francisco, Homilía, 17 de mayo de 2015)
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación:
Me acercaré a esa persona, con quien llevo tiempo de no frecuentar, para buscar el re encuentro que pueda fortalecer nuestra amistad.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.