amarás a tu prójimo

Domingo 29 de octubre – «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.»

H. Hiram Samir Galán Jaime, L.C.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey Nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor enséñame a seguir el camino de la sencillez y de la infancia espiritual que tanto agrada y complace a tu corazón santísimo.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 22, 34-40
En aquel tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los saduceos, se acercaron a él. Uno de ellos, que era doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?”
Jesús le respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el meas grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos os mandamientos se fundan toda la ley y los profetas”.
Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

En este pasaje evangélico vemos con claridad la primacía de estos dos mandamientos sobre todos los demás. Pero, ¿por qué Cristo hace hincapié en ello? Porque como decía san Agustín «Ama y has lo que quieras». El amor bien entendido engloba todo. A través de él se cumple en plenitud toda la ley.

Cabe mencionar que hoy en día parece que no tenemos claro el concepto del amor. Pues realizamos muchos actos egoístas e incluso antinaturales, escudándonos tras la bandera del «amor». Es decir confundimos pasión y afecto, con el verdadero amor de donación.
Es por ello que nunca una acción inmoral y fuera de la ley de Dios podrá ser justificada, diciendo que la hemos realizado por amor. Y que mejor manera de entrar en la escuela del amor siguiendo el ejemplo de una gran maestra, la Santísima Virgen María. Ella supo vivir el amor de donación incluso entregando a su propio hijo por amor a los hombres.

Madre mía ayúdanos a comprender que el verdadero amor sólo nos puede conducir hacia Dios.
«El verdadero amor no puede aislarse. Si está aislado, no es amor. Es una forma espiritualista de egoísmo, de permanecer cerrado en sí mismo, buscando el propio beneficio… Es egoísmo. Algo sencillo pero que no es fácil porque el egoísmo, el propio interés nos atrae, y nos atrae para no hacer y nos atrae para que no comuniquemos. ¿Qué dice el Señor a los que permanecerán en su amor? ‘He dicho estas cosas para que mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría sea plena.»
(Homilía de S.S. Francisco, 7 de mayo de 2015, en santa Marta).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy viviré mi día amando a los demás, como me gustaría que yo fuese amado.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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