licito, fuerza del amor

Domingo 3 de junio de 2018 – ¿Es licito hacer lo que hago?

H. Javier Castellanos, L.C.

 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

 

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Oh, Cristo Jesús, te reconozco por rey universal. Todo cuanto existe ha sido creado por ti. Ejerce sobre mí todos tus derechos. Renuevo mis promesas del bautismo renunciando a Satanás, a sus seducciones y a sus obras, y prometo vivir como buen cristiano. Muy en particular me comprometo a hacer triunfar, según mis medios, los derechos de Dios y de tu Iglesia. Jesucristo, te ofrezco mis pobres acciones para obtener que todos los corazones reconozcan y vivan tu mensaje de paz, de justicia y de amor. (Oración a Cristo Rey)

 

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Marcos 11,27-33

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron de nuevo a Jerusalén, y mientras Jesús caminaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, y le preguntaron: “¿Con qué autoridad haces todo esto? ¿Quién te ha dado autoridad para actuar así?”

Jesús les respondió: “Les voy a hacer una pregunta. Si me la contestan, yo les diré con qué autoridad hago todo esto. El bautismo de Juan, ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contéstenme”.

Ellos se pusieron a razonar entre sí: “Si le decimos que de Dios, nos dirá: ‘Entonces ¿por qué no le creyeron?, y si le decimos que de los hombres.?”.  Pero, como le tenían miedo a la multitud, pues todos consideraban a Juan como verdadero profeta, le respondieron a Jesús: “No lo sabemos”. Entonces Jesús les replicó: “Pues tampoco yo les diré con qué autoridad hago todo esto”.

Palabra del Señor.

 

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Los fariseos tuvieron gran dificultad en responder a la pregunta de Jesús. No era un acertijo complicado, en realidad, pero responder de un modo o de otro los involucraba personalmente. Y del mismo modo la pregunta hecha a Cristo le involucraba en el problema; tanto, que al final le costaría la cruz…

Vemos más concretamente esta pregunta a Jesús. ¿Con qué autoridad hace Cristo todo esto? En otro momento lo dirá abiertamente: «Yo soy Rey. Yo para esto he venido al mundo…» (Jn 18, 37) ¡Sí! ¡Cristo es un hombre con autoridad, Él es Rey! Su poder le viene de su Padre, que ha puesto todas las cosas en sus manos. Pero en este encuentro la pregunta queda sin responder…

Cristo pudo haber resuelto las dudas y declarar su realeza divina desde el inicio. Pero quiere que sea yo mismo quien responda a la pregunta. Quiere ser Rey de hombres y mujeres libres, sometidos a Él no por violencia sino por la fuerza del amor. ¿Quiero que Cristo tenga esta autoridad sobre mí? ¿Me comprometo con mi respuesta? ¿Seré yo quien reconozca con mis actos que Cristo es Rey?

 

«La autoridad es regalo de Dios, viene solo de Él y Jesús se la da a los suyos: autoridad al hablar que viene de la cercanía con Dios y con la gente, siempre ambas juntas; autoridad que es coherencia, no doble vida. Y si un pastor pierde la autoridad, que al menos no pierda la esperanza, como Elí: hay siempre tiempo de acercarse y re despertar la autoridad y la profecía.»

(Homilía de S.S. Francisco, 9 de enero de 2018, en santa Marta).

 

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

 

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy dedicaré cinco minutos visitando una iglesia, para renovar mi disposición de servir a Cristo.

 

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

 

¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

 

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

 

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