camino

Domingo 5 de diciembre de 2021 – «Convertíos al amor»

Juan Salvador Nuño García, LC

 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

 

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor Jesús, Tú que conoces mi corazón y sabes cómo mi alma se presenta a ti, ayúdame a convertirme a tu amor. Jesús creo en tu amor, espero en tu palabra y quiero responder a tu amor.

 

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Lucas 3, 1-6
En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes virrey de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y Traconítide, y Lisanio virrey de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: «Una voz grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios”.

Palabra del Señor.

 

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

En este Evangelio se nos presenta una llamada y una invitación a caminar hacia el amor que Dios nos ofrece. Es Juan Bautista quien menciona que es necesario que nuestro corazón enderece los caminos que hasta ahora hemos recorrido.

El tiempo en el que nos encontramos es de gran importancia pues Jesús está en camino. Y eso de que Jesús está en camino no solo fue algo del tiempo de Juan Bautista, sino que también es ahora cuando Jesús quiere entrar en nuestras vidas y caminar por caminos rectos.

Este Evangelio nos invita a acoger el amor de Jesús y dale nuestro amor. Recibir el mucho amor de Jesús. ¿Estamos dispuestos a recibir ese amor?

Finalmente, encomendemos a la Virgen de Guadalupe todas nuestras intenciones en este mes en el que celebraremos su fiesta, en unos días más, para que a ejemplo de ella acojamos al Amor de los amores y, en Él, a todas las personas.

¡María de Guadalupe ruega por nosotros!

 

«Vive Cristo, esperanza nuestra, y Él es la más hermosa juventud de este mundo. Todo lo que Él toca se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de vida. Entonces, las primeras palabras que quiero dirigir a cada uno de los jóvenes cristianos son: ¡Él vive y te quiere vivo!». (S.S. Francisco, Christus vivit, 1).

 

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

 

Propósito

Señor me propongo que buscaré recordarte durante mi día, sé que eres el único camino seguro. Ayúdame, Señor, a aceptar tu amor y a estar siempre cerca de ti.

 

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Comparte: