El galardón «Alter Christus» para Don Antolín de Cela
Fuente: Lo+RC
El galardón de Pastoral Social es uno de los cuatro que otorga la Fundación Alter Christus, y que en esta ocasión lo ha recibido el sacerdote de la diócesis de Astorga, don Antolín de Cela. El P. Agustín de la Vega, L.C., director de Alter Christus, explicó en la presentación de don Antolín que con este galardón se quería reconocer la impronta social y cristiana que como sacerdote ha puesto en los albergues para peregrinos que ha fundado: “El galardón va en la línea de agradecerle a Usted y a Dios Nuestro Señor que haya mantenido su identidad sacerdotal en toda su labor social”. Don Antolín, desde 1983, es rector de la Basílica de Nuestra Señora de la Encina, en Ponferrada, y delegado del Camino de Santiago para la diócesis de Astorga. Desde entonces ha construido un hospital, un albergue para transeúntes y tres albergues para peregrinos a Santiago de Compostela.
Padre, es significativo que el enfoque del galardón de pastoral social de este año esté pensado en clave de acogida al peregrino. Es una obra de misericordia…
El que hace el Camino realiza dos caminos: uno exterior y otro interior. Y éste es el Camino más vivo y más creativo, y por tanto también el más importante desde el punto de vista religioso y humano. A veces buscamos foros como el Atrio de los Gentiles, pero el Camino de Santiago es el mayor Atrio de los gentiles que existe y el mayor foro de jóvenes en Europa. Y es necesario descubrirlo. La Iglesia está empobrecida y no puede prestarle todo lo que quisiera, ya que somos pocos sacerdotes y los párrocos atienden pueblos.
Es importante el voluntariado en los albergues. Si uno puede, es bueno devolver al Camino lo mucho que el Camino ya ha hecho por uno. En nuestro albergue hay voluntariado para dar acogida cristiana, ayuda en las necesidades que tienen los peregrinos… El voluntario puede dirigir una oración por la tarde, dar testimonio a los están allí… De forma que la peregrinación conserve los valores, el espíritu más vital y cristiano. Facilitando la acogida y el encuentro con los demás. Que se crezca en lo humano y en lo espiritual.
Sucede que la iglesia no las puede dejar abiertas porque te puede venir cualquiera a robarte el sagrario o lo que encuentre. Es un empobrecimiento porque una iglesia abierta evangeliza sola: una persona que entra puede aprovecharse del frescor, de una imagen que tiene, de una idea de cuando era niño, de su Primera Comunión… El Señor te habla desde una iglesia abierta, una iglesia evangeliza, enriquece.
La Iglesia debería pensar en voluntariado, en personas mayores, en chicos que les ha quedado alguna asignatura para septiembre y pone una mesa y está ahí… Aprovechar para colocar una historia de la iglesia en varios idiomas y que la gente que pase la lea y visite…
Además del valor religioso, también una iglesia abierta aporta también otras cosas en aquellos pueblos en los que hay despoblación. Si está la Iglesia abierta, funciona el pan, la tienda de la ‘señora María’ también está abierta, la gente se para a tomar un café… hay un valor humano que hay que redescubrir también y que se enriquece con las iglesias abiertas.
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León