«El llamado de Dios es algo que se va escuchando progresivamente»
Jesús David, L.C., nos platica algunos detalles sobre su vida y su vocación
Jesús David Muñoz nació en Medellín, Antioquia, Colombia, el 1 de julio de 1987. Ingresó al noviciado de Colombia el 4 de febrero de 2005. Cursó las humanidades clásicas en el CNH de Salamanca, España. Realizó su licenciatura en filosofía y en teología por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum. Emitió su profesión perpetua en febrero de 2013. Colaboró como auxiliar de la secretaría territorial de Monterrey. Actualmente es instructor de formación en el Highlands International School Monterrey y miembro del equipo auxiliar del ECYD masculino de Valle Alto.
El 26 de octubre de 2019 recibirá el orden del diaconado en Monterrey, México y será ordenado sacerdote en Roma el 2 de mayo de 2020.
¿Cuándo y cómo escuchó el llamado de Dios?
El llamado de Dios es algo que se va escuchando progresivamente. Es difícil determinar un momento específico. Sí puedo decir que todo empezó cuando tuve en mi parroquia el testimonio de buenos sacerdotes. En el colegio de franciscanos donde cursé mi primaria también conocí excelentes sacerdotes. En ese contexto fue que conocí al primer legionario que se cruzó en mi vida, el P. Rafael González, L.C., quien me preguntó si alguna vez había pensado en ser sacerdote. Le dije que sí y luego me invitó a vivir la experiencia de un club vocacional. Después de eso, cada día ha sido un ir descubriendo cómo Dios nos llama siempre de nuevo a más profundidad.
¿Por qué entró en la Legión de Cristo y por qué sigue?
Entré en la Legión por la simple y sencilla razón de que fueron los primeros en invitarme a conocer su seminario y a formar parte de ellos. La experiencia fue maravillosa y a lo largo de estos años he ido comprendiendo el amor de Dios expresado en la Legión y mis hermanos legionarios.
¿En qué medida su vocación es fruto de su familia?
En mi familia, aunque con sus defectos y bemoles, buscábamos vivir una vida cristiana cerca a Dios. Desde pequeños tuvimos un acceso frecuente a los sacramentos y a una participación más o menos frecuente a las actividades de la Iglesia.
A lo largo de estos años seguramente habrá vivido momentos difíciles y otros mejores. Cuéntenos algo de ellos.
Ciertamente, los momentos más complicados, supongo que no solo en mi vida, sino en la de todos los legionarios, ha sido la crisis institucional que hemos tenido desde hace algunos años y que tiene por origen las acciones del fundador. Eso ha sido algo difícil de digerir y comprender. Gracias a Dios y a sus bendiciones, son cosas que te van ayudando a madurar y a comprender la convivencia en el mundo de la buena semilla y la cizaña, como menciona Jesús en la parábola del Evangelio.
¿Qué le hace perseverar cuando la vida se hace cuesta arriba?
La seguridad de que todo esto no es una idea mía, sino que parte de una iniciativa de Dios. Del mismo modo que el mundo fue creado por Él de la nada por puro amor, así también esta nueva creación.
Si no fuera ser sacerdote, ¿qué le hubiera gustado estudiar?
Física cuántica.
¿Hay algún libro que le haya impactado? ¿Por qué?
El hombre eterno, de GK Chesterton. Es una lectura que muestra la historia desde el punto de vista de un ateo, quien comienza a darse cuenta de que el centro de todo es el hombre-Dios, llamado Cristo. Una obra de arte del sentido común.
¿Qué es lo primero que piensa cuando se levanta?
Le agradezco a Dios un día más de vida.
¿Qué pregunta se hace hoy en la tierra que le gustaría que le respondiesen en el cielo?
Cuál es el chiste que más le gusta a Jesús.
¿Qué le dice Cristo en el Sagrario?
Dios existe, Dios me ama, Dios está aquí: todo está bien.
¿Qué recuerdo tienede la Navidad en casa?
Ir a casa de mi abuelita y esperar a que el Niño Jesús nos trajera los regalos. Hacer buñuelos y natilla con toda la familia, tíos, primos, etc.
¿Cuál es su pasatiempo favorito?
Caminar y subir montañas
¿A qué país le gustaría que le enviaran cuando sea sacerdote?
¡A cualquier parte! Claro que me gustaría estar un tiempo como sacerdote en el International Highlands School donde he pasado los últimos cuatro años de mi vida preparándome para el sacerdocio.
¿Cómo se siente a unos días de su ordenación diaconal?
Muy entusiasmado y nervioso que llegue el momento. Pido mucho a Dios la paz y la generosidad para poder vivir este momento en profundidad y que Él pueda poner en mis manos lo que desee.