Encuentro sobre la protección de menores en la Iglesia
«Escuchar, tutelar, proteger y cuidar a los menores»
Cerca de 190 obispos y religiosos, incluyendo los presidentes de las 114 conferencias episcopales del mundo, dirigentes de las Iglesias católicas orientales y un grupo de superiores generales de instituciones religiosas, participaron del 21 al 24 de febrero en el Encuentro sobre la protección de los menores en la Iglesia convocado por el Papa Francisco.
El Papa quiere en primer lugar que todos sean conscientes del drama y del sufrimiento de las víctimas del abuso sexual de un menor por parte de un clérigo, en segundo término que sepan qué tienen qué hacer al respecto: cuáles son los procedimientos, las tareas que han de realizarse para que se implemente en los distintos niveles: el obispo diocesano, el arzobispo metropolitano, la conferencia episcopal, los dicasterios vaticanos. Finalmente que se establezca un plan de rendición de cuentas mutua sobre las responsabilidades y tareas que cada uno tiene en relación con los demás obispos de la Iglesia y con la sociedad. (Info de Vatican News).
El padre Federico Lombardi, S.I., coordinador del Encuentro, anunció la inminente publicación de tres documentos que constituyen una unidad: Un Motu proprio del papa Francisco sobre la protección de los menores y las personas vulnerables para fortalecer la lucha contra los abusos, acompañado de una nueva ley en el estado de la Ciudad del Vaticano y unas líneas guías para el vicariato de la Ciudad del Vaticano.
Por su parte, la Congregación para la Doctrina de la Fe está trabajando en la publicación de un vademecum para ayudar a los obispos del mundo a comprender sus tareas y deberes y que pueda orientarles tanto a nivel jurídico como pastoral.
En la concelebración eucarística final del 24 de febrero, el papa Francisco pronunció un discurso en el que recordó que se trata de «un problema universal y transversal», y añadió: «Estamos delante de una manifestación del mal, descarada, agresiva y destructiva. Detrás y dentro de esto está el espíritu del mal que en su orgullo y en su soberbia se siente el señor del mundo y piensa que ha vencido […]. Debemos tomar todas las medidas prácticas que nos ofrece el sentido común, las ciencias y la sociedad, no debemos perder de vista esta realidad y tomar las medidas espirituales que el mismo Señor nos enseña: humillación, acto de contrición, oración, penitencia. Esta es la única manera para vencer el espíritu del mal. Así lo venció Jesús».
El Papa comentó que «el objetivo de la Iglesia será escuchar, tutelar, proteger y cuidar a los menores abusados, explotados y olvidados, allí donde se encuentren» y que, por lo tanto, «ha llegado la hora de colaborar juntos para erradicar dicha brutalidad del cuerpo de nuestra humanidad, adoptando todas las medidas necesarias ya en vigor a nivel internacional y a nivel eclesial. Ha llegado la hora de encontrar el justo equilibrio entre todos los valores en juego y de dar directrices uniformes para la Iglesia, evitando los dos extremos de un justicialismo, provocado por el sentido de culpa por los errores pasados y de la presión del mundo mediático, y de una autodefensa que no afronta las causas y las consecuencias de estos graves delitos».
Después de esto, se refirió a las 8 dimensiones en las que se centrará la Iglesia en su itinerario legislativo:
- Protección de los menores cambiando «la mentalidad defensiva-reaccionaria de salvaguardar la Institución, en beneficio de una búsqueda sincera y decisiva del bien de la comunidad, dando prioridad a las víctimas de los abusos en todos los sentidos».
- Seriedad implacable, evitando cualquier tipo de encubrimiento.
- Una verdadera purificación con un «perenne empeño hacia la santidad, cuya configuración con Cristo Buen Pastor es un derecho del pueblo de Dios».
- Formación y selección de los candidatos al sacerdocio, procurando una preparación equilibrada orientado a la santidad y en la que se contemple la virtud de la castidad.
- Reforzar y verificar las directrices de las Conferencias Episcopales, para que haya unidad de los obispos en la aplicación de parámetros que tengan valor de normas y no solo de orientación y que, así, ningún abuso vuelva a ser encubierto o infravalorado.
- Acompañar a las personas abusadas, pues la Iglesia tiene el deber de ofrecerles todo el apoyo necesario, valiéndose de expertos en esta materia.
- Tener en cuenta la influencia y peligros del Mundo digital y tomar las prevenciones necesarias.
- Sobre el turismo sexual, «coordinar los esfuerzos en todos los niveles de la sociedad y trabajar estrechamente con las organizaciones internacionales para lograr un marco legal que proteja a los niños de la explotación sexual».
Se pueden encontrar los discursos pronunciados a través de este enlace y ver todos los videos producidos por Vatican News.