«Estoy aquí para que los niños conozcan cada día más a Cristo» – Entrevista a José Luis Laporta, colaborador ECYD
José Luis Laporta tiene 18 años y, como él mismo nos explica, ha hecho “una pausa total” en su vida para colaborar durante un año “con la Iglesia en la evangelización a través del carisma del Regnum Christi”. Actualmente es auxiliar en el ECYD en Everest School Monteclaro bajo la tutoría del P. Nathan Wayne, LC. Su relación con el Regnum Christi viene de lejos, estudió en un colegio del Regnum Christi desde pequeño, en el Highlands International School México, y en su familia, sin ir más lejos, su madre también fue colaboradora: «Siempre me contaba sus historias y yo me decía ‘algún día quiero vivirlo’”. Tiene por delante este curso y, con la huella del bien que ha vivido y ha hecho, a su vuelta a México estudiará Business Analytics. José Luis cuenta su experiencia e invita a los jóvenes de su edad también a ser colaboradores: “Si Dios te ha puesto estas inquietudes confía en que ha sido por algo”.
¿Cuál es la misión de un colaborador? ¿Y la tuya concretamente en el ECYD del Everest?
Lo que hago es colaborar con la Iglesia en la evangelización a través del carisma del Regnum Christi. Y ahora que estoy aquí te lo podría resumir como hacer que los niños conozcan cada día más a Cristo. En lo que llevo puedo decirte que ha sido un proceso muy fuerte personalmente, ya que al hablarles de Cristo en mi día a día, cuando tengo que dar una charla a los chicos, hacer dinámicas, dar acompañamiento, etc… te vas enamorando más de Él mientras lo intentas transmitir.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido en este tiempo?
Primero que nada, el descubrir lo humanos que son los sacerdotes. Viviendo con ellos les conoces como personas, y de verdad estoy muy agradecido con mi comunidad, la de Cerro del Coto, por su apertura y paternidad conmigo.
Luego, no sabría cómo definirlo, pero es cuando, conversando con algún niño, crece la confianza y logra abrirse conmigo sobre su vida… y en ese momento cuando le digo algo, un consejo, alguna frase o una cita, y cómo se les abren los ojos sorprendidos, como si hubiesen encontrado finalmente la respuesta. Esos momentos me han llenado de alegría y son los que han hecho que mi año valga aún más la pena.
¿Cómo sentiste la llamada a esta misión dentro del Regnum Christi? ¿Cristo llama en persona?
Todo comienza desde que era pequeño, mi madre fue colaboradora y siempre me contaba sus historias y yo me decía “algún día quiero vivirlo”. El momento clave fue en 2017 cuando me fui a estudiar a Dublín Oak y viví con 6 colaboradores, quienes fueron como mis hermanos mayores y aprendí demasiado con ellos. Al regresar me hice responsable ECYD, entonces mi trato con los colaboradores fue mucho más estrecho y cada año me iban marcando por algo: su alegría, sus conocimientos, el entusiasmo… Y en ese momento supe que Dios me había hecho el llamado de dar un año de mi vida.
José Luis, ¿cómo es tu vida de oración en este momento? ¿Es más intensa que cuando vivías en tu casa?
Es mucho más intensa. Se ha convertido más personal, ya que no importa dónde esté, tengo una capilla o lugar para rezar, a parte que he aprendido a orar mejor y me he dado cuenta de que la oración es esencial para nuestra vida cotidiana y conocer a Cristo.
¿Cómo recibió la noticia tu entorno: familia, amigos…?
Lo han tomado bastante bien, mi familia se alegró muchísimo. Mis amigos igualmente, claro se pusieron tristes porque me iba, pero estaban felices por mí.
¿Qué esperas que suceda en tu vida personal a lo largo de este año de colaborador?
Sé que puede sonar algo romántico, pero hablar tanto con Dios te da mucha luz y claridad. Este año mediante la oración he logrado ponerles nombre a muchas cosas que quería trabajar de mí mismo. Durante este año espero crecer mucho personalmente gracias a esto, y que al acabar mi año siga en contacto con Dios para seguir creciendo en mi relación con Él, con los demás, y conmigo mismo.
José Luis, ¿por qué crees que es importante la presencia de los colaboradores en la familia del Regnum Christi? ¿Qué le dirías a un chico de tu edad que se lo está pensando?
El hecho de ser un adolescente que ha puesto una pausa total en su vida para dar un año a Dios es un testimonio gigantesco con la gente… es el hecho de ser colaborador y que lo que haces influye e impacta a los niños, a parte que puedes hacer mucho bien en sus vidas y en el apostolado.
A alguien que piensa ser colaborador le diría que no tenga miedo, es una experiencia increíble. Claro que causa temor el dejar toda tu vida atrás por un año, los amigos, familia, estudios… pero la recompensa ha sido mucho mayor. Es algo que debes intentar, y si Dios te ha puesto estas inquietudes confía en que ha sido por algo.