Un granito de arena que transforma vidas
Jornada de responsables para elaborar fichas del ECYD
Desde hace dos años, la oficina nacional del ECYD ha estado trabajando en los territorios de México y Monterrey en el Programa de Formación del ECYD. Parte de este trabajo implica elaborar las fichas de formación del apostolado que el responsable utiliza para las reuniones formativas; por esta razón, se convocó a un grupo de responsables del ECYD, formadores adultos casados, colaboradores, consagradas, laicos consagrados y legionarios para colaborar con este fin. El grupo, conformado por 60 personas, provenían de diversas ciudades del país, quienes estuvieron reunidos del 11 al 15 de mayo en la Ciudad de México para elaborar las fichas de la tercera etapa del ECYD.
Valeria Cañamar, responsable del ECYD en Nuevo Laredo, nos cuenta lo que fue para ella participar en esta actividad: “Haber tenido la bendición de ser parte de la elaboración de las fichas fue algo inexplicable. Tuve uno de los mejores fines de semana de mi vida. Ser parte de esto no era un privilegio sino una responsabilidad. Me di cuenta que, aunque solo aportes un pequeño granito de arena, puedes cambiar la vida de algún niño en cualquier lugar. Dios puede transformar ese granito en algo muchísimo más grande. Si el ECYD me cambió la vida a mí ¿por qué a otros no podrá?”.
Fue una actividad donde se vivió un gran espíritu de familia y de unidad entre todas las ramas, en los diversos momentos que se tuvieron de reflexión, oración, trabajo y convivencia.
Eduardo Ortega, responsable del ECYD en Aguascalientes, describe su experiencia: “Durante estos días me pude dar cuenta de la magnitud del Regnum Christi y de cómo el ECYD de verdad transforma vidas. Pude convivir con gente que ama tanto el ECYD como yo: padres y hermanos legionarios; consagrados y consagradas; adultos y jóvenes de mi edad, tanto hombres como mujeres. Pude experimentar la alegría de ser parte de una familia tan grande y tan bonita como lo es el ECYD. Me di cuenta de que cada uno tenía una misión diferente a la mía, pero que todos compartíamos un mismo carisma. ¡Es algo que jamás olvidaré! ¡Viva el ECYD y Viva Cristo Rey!”.
Todos los participantes salieron ilusionados y renovados por fortalecer e impulsar el ECYD en sus ciudades. Aquí dejamos unos breves testimonios:
“Para mí, asistir a la reunión y hacer fichas con chavos que viven lo mismo que yo, fue una experiencia que me motivó para continuar con mi misión en el ECYD”. Víctor Arce, responsable del ECYD de Saltillo.
“Este fin de semana me ayudó a darme cuenta qué tan completas y bien preparadas están mis reuniones del ECYD. Descubrí que dar ECYD no es solo hacer una dinámica o hablar sobre un tema como una clase durante una hora, sino que realmente lleva una preparación más profunda. Y finalmente me llevo un amor y un fuego al ECYD que quiero transmitirles a todos, en especial a mis niñas de segunda etapa para que el ECYD realmente se vuelva su estilo de vida”. Mariame Buñuelos, responsable del ECYD de Los Mochis.
Al finalizar la actividad, todos los participantes visitaron la Basílica de Guadalupe para poner en las manos de la Virgen el trabajo y el esfuerzo de esos días.