El «Encuentro con Cristo» es un actividad semanal de formación y perseverancia para buscar la luz, fuerza y estímulo que el Señor nos tiene preparado.
El propósito de este medio de perseverancia es ayudar al miembro del Regnum Christi a tener un «Encuentro con Cristo», nuestro salvador. A aplicar a su vida lo que se lee y medita en el Evangelio, a analizar la fidelidad personal mediante los compromisos espirituales y apostólicos y a reflexionar sobre un hecho de vida a la luz del Evangelio, para poder llegar a reconocer a Cristo que camina a nuestro lado en nuestra vida diaria.
Una vez que se han reunido los miembros del equipo, se dicen las oraciones iniciales que se utilizan en cualquier actividad del Movimiento.
Reflexión evangélica
La primera parte del «Encuentro con Cristo» es la lectura y reflexión del Evangelio -generalmente la lectura del Evangelio dominical, la correspondiente a la liturgia del día jueves o algún otro pasaje evangélico marcado por el director, según las necesidades de cada equipo o sección-, seguidas de unos momentos de reflexión personal en silencio. Cuando el responsable de equipo lo indique, los demás participantes expresan espontánea y brevemente sus reflexiones sobre el pasaje. El responsable de equipo cierra esta primera parte haciendo un pequeño resumen de las observaciones que ha hecho el equipo.
La lectura y reflexión del evangelio prepara espiritualmente a la revisión de compromisos además de ser un excelente medio para unirnos a Cristo y asimilar sus criterios. Lo que se pretende es llegar a ver a cada persona, cosa o situación a través de los ojos de Cristo y tener sus mismos sentimientos.
Revisión de compromisos
Es la segunda parte del «Encuentro con Cristo». De ella se busca obtener fortaleza espiritual para descubrir la relación personal que tenemos con respecto al plan de Dios en nuestra vida.
La revisión de compromisos concluye con una oración espontánea hecha por alguno de los integrantes del equipo. En esta oración se debe dar gracias a Dios, pedirle su ayuda, luz y fortaleza y poner en sus manos las intenciones de los participantes.
Hecho de vida
El siguiente paso es encontrar cómo Dios se nos revela en los acontecimientos de la vida diaria. Cuando se tiene una visión de fe, el plan salvador de Dios se nos manifiesta y nos dispone a colaborar con Él. El hecho de vida es una búsqueda de una nueva visión de la vida basada en los valores humanos y del Evangelio. Es encontrar la voluntad de Dios en los eventos que suceden. El hecho de vida nos llama a una acción apostólica, para el bien de la humanidad que nos necesita para hacer presente a Cristo y su reino en el mundo.
Cada miembro presenta un suceso actual, una noticia o una experiencia personal de carácter social, económico, moral, político, religioso o familiar. De preferencia debe ser algo que acaba de suceder aunque no tenga importancia mundial, pero sí algo que provoque tomar conciencia sobre ese problema, despierte el sentido de solidaridad y alimente nuestro espíritu para luchar con autenticidad y con espíritu cristiano. Puede ser un ejemplo que contenga valores positivos o negativos.
Una vez que el hecho ha sido escogido se deben seguir tres pasos: Ver, juzgar y actuar.
1. Ver es analizar el caso. ¿Qué problemas presenta? ¿Cuáles son las causas y las consecuencias? ¿Qué tan común es? Se debe tratar de pasar el caso de lo particular a lo general, ofreciendo casos similares. El esfuerzo que se hace no es para hacer un análisis preciso, sino para que todos los participantes tenga una mayor comprensión del problema.
2. Juzgar consiste en analizar el hecho a la luz del Evangelio y del carisma específico del Movimiento Regnum Christi. Tiene dos fases. En la primera se utiliza cualquier pasaje relevante del Evangelio, acciones y actitudes de Cristo o situaciones semejantes de la Sagrada Escritura que permitan interpretar el hecho y el problema. En esta fase se debe hacer un juicio acerca de lo que el mundo diría de este hecho, los valores y anti-valores que se pueden observar. Nunca se debe olvidar que lo más importante del «Encuentro con Cristo» y de nuestros juicios es hacerlos a la luz de Cristo y su palabra. En los últimos momentos de esta fase los miembros deben discutir el hecho a la luz de la espiritualidad y la metodología: ¿Cómo se debe ver este hecho y qué se puede hacer?
3. Actuar es aplicar los criterios cristianos a nosotros mismos, para iluminar y fortalecer nuestra voluntad, de acuerdo a los imperativos que han salido a la luz en las etapas anteriores del encuentro. Se debe actuar en dos niveles: espiritual y apostólicamente. Esto se logra de tres maneras: a la luz del Evangelio rectificar si hay algo en nuestra vida que necesita ser corregido; se actúa sobre las causas que son las raíces del problema que se ha discutido; y cuando sea posible se actúa directamente.
Revisión del compromiso apostólico
La cuarta parte del «Encuentro con Cristo» es la revisión del compromiso apostólico. En ella se busca desarrollar y estimular el celo apostólico. Tiene dos momentos:
1. Los participantes revisan el progreso del compromiso apostólico del equipo.
2. Se analizan los frutos obtenidos por haber cumplido con el compromiso apostólico de la semana anterior.
El encuentro termina con la oración de acción de gracias.