La JMJ 2016 un evento que fortaleció la fe de los participantes
Todas las intervenciones del Papa Francisco en la JMJ listas para descargar:
José Antonio, de Piedras Negras, Coahuila: «En la JMJ pude ver por primera vez al Papa»
Cristina Sánchez, Madrid
«Para mí la JMJ es una experiencia de caridad, de ilusión por la fe. Espero de ella abrirme a Dios. He venido para mejorar mi relación con Dios, y tenerle más en el centro de mi vida; quiero que sea una relación diaria, habitual. Que sea el centro de todo».
Francisco Javier de Navascués
«Me ha impresionado la experiencia de encuentro con tantos jóvenes de todo el mundo que vienen a lo mismo que tú vienes; la facilidad de entablar una conversación, el intercambio de testimonios, la comunión con Cristo de los que allí estábamos y todos los que faltaban, la sana convivencia, la práctica de la misericordia entre todos. En una palabra: Dios».
Momentos de la acción de gracias después de la comunión en la misa donde participaronlos miembros del Regnum Christi presentes en la JMJ 2016.
Víctor Jiménez, de Valencia (España)
«La JMJ es una oportunidad porque estamos en un país que no conocemos, en un lugar que acabamos de descubrir. Es de estas experiencias, peregrinaciones, que vamos a vivir una vez en la vida y vamos a recordar. Y además de oportunidad, es un símbolo de unión de gente de diferentes culturas de diferentes países y tradiciones, pero que al final hemos venido por una razón, y lo que nos une es Dios. Hoy, al ser 25 de julio, creo que en cierta manera la JMJ tiene similitud con el camino de Santiago. Hemos estado una semana con familias que nos han acogido, y hemos hecho diferentes actividades. Llegar a la plaza del Obradoiro al final del viaje es como ver al Papa, y darte cuenta de que el viaje ha culminado de la mejor manera posible».
Lorena Suárez, de Querétaro
«Es la primera JMJ que vengo. Me encanta encontrar a gente de mi edad que está convencida de que Cristo existe, jóvenes que creen lo mismo que yo, y buscan seguirle y ser auténticos. Creo que una JMJ puede cambiar mi fe, y que depende de la actitud con la que viva; puede aumentar mi fe, hacerla más fuerte. Creo que puede ser una forma de misión si vives con coherencia. Me quedo con la acogida que nos han hecho en las casas en Wroclaw, el corazón tan grande con el que nos han recibido, y la gente tan generosa que nos ha recibido».