Jueves 23 de abril de 2020 – El testimonio cristiano.

San Jorge, mártir

H. Edgar Maldonado, L.C.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

 

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Hola, Jesús, ayúdame a entender con el corazón que del Padre salí para venir al mundo y dar testimonio de la verdad. Ayúdame a entender que durante mi vida debo prepararme para dejar este mundo y regresar a Ti, no esperar hasta mi último día para ser tuyo.

 

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Juan 3, 31-36

«El que viene de lo alto está por encima de todos; pero el que viene de la tierra pertenece a la tierra y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. Da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. Aquel a quien Dios envió habla las palabras de Dios, porque Dios le ha concedido sin medida su Espíritu.

El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. El que cree en el Hijo tiene vida eterna. Pero el que es rebelde al Hijo no verá la vida, porque la cólera divina perdura en contra de él».

 

Palabra del Señor.

 

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Vale la pena atribuir al Bautista estas palabras referentes a su propia misión y a la misión de Jesús. Quien lea estas líneas, tómese la molestia de leer el capítulo tres del Evangelio de Juan; se darán cuenta de que este discurso tiene su origen en la disputa entre algunos judíos y los discípulos del Bautista, siendo «la envidia» la causa de esta discusión. El Bautista les recuerda los puntos esenciales de su misión como precursor, como aquel que ha sido enviado a preparar los caminos del Señor, la voz que grita en el desierto haciendo énfasis en que esta voz grita una sola palabra, de hecho, la Palabra por excelencia, es decir, Cristo Jesús.

Cristo ha venido del cielo, por eso está por encima de todos, no con arrogancia, sino con humildad y entrega tierna y generosa; Cristo da testimonio de lo que ha visto y oído, como Él mismo declarará en la última cena «los llamo amigos porque les he dado a conocer todo lo que le he oído decir a mi Padre». Nadie acepta su testimonio porque «vino a los suyos y los suyos no lo recibieron», sin embargo, el que acepta su testimonio ha nacido de Dios y certifica que Dios es veraz.

El Bautista es el enviado de Dios, él habla la Palabra de Dios, porque Dios le ha concedido sin medida su Espíritu.

 

«También la misión de la Iglesia y la de cada uno de nosotros, para ser fiel y fructífera, está llamada a “injertarse” en la de Jesús. Se trata de regenerar continuamente en la oración la evangelización y el apostolado, para dar un claro testimonio cristiano, no según los proyectos humanos, sino según el plan y el estilo de Dios.»

(Ángelus de S.S. Francisco, 13 de enero de 2019).

 

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Del Padre salí y vine al mundo, ahora dejo el mundo para ir hacia el Padre. ¿De verdad quiero ir hacia el Padre?

 

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Voy a hacer mi balance y examinaré qué testimonio estoy dando a los demás.

 

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

 

¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

 

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

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