luz para el mundo

Jueves 30 de enero de 2020 – El candil vivo.

H. Francisco J. Posada, L.C.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, que aprenda a amarte en mi prójimo porque sé que Tú me has donado la gente que me rodea y las personas que me encuentro; que todos mis encuentros sean fructuosos para construir una verdadera sociedad del amor.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 4, 21-25
El candil se trae para ponerlo en el candelero. La medida que uséis la usarán con vosotros
En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: «¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.» Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.»
Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

La misión del cristiano es ser luz para el mundo; la luz no viene de nosotros mismos. sino que, como una vela, hemos sido encendidos por alguien más y comunicamos la luz a los que nos rodean; siempre debemos estar disponibles o abiertos a los demás para ayudarlos.

Esto es parte del ser cristiano porque hemos experimentado el amor de Dios que nos ha llenado; hemos descubierto quién es Dios para nosotros y, teniendo en cuenta esto, toda nuestra vida adquiere un nuevo significado que, en parte, es un deseo grande de comunicar lo que hemos recibido en nuestra familia, con nuestros amigos, conocidos, gente necesitada que nos encontramos. Podemos ponernos a reflexionar en lo que Dios nos ha dado a lo largo de nuestra vida porque nada ha sido banal, todo ha tenido una razón de ser que, si no la hubiésemos descubierto, tarde o temprano la descubriríamos.

Jesús nos da una regla de oro que es la de usar la medida que queremos para nosotros con los demás, lo cual no es solamente mero altruismo, sino que nos ayuda a reconocer cómo podemos servir a Dios, quien quiere que lo sirvamos y lo amemos en nuestro prójimo. Como dice la carta de san Juan: «quien dice amar a Dios y no ama a su prójimo es un mentiroso.» Esta regla o consigna que nos da Cristo nos ayuda a construir una buena sociedad porque los altos ideales del cristianismo no se quedan sólo en la teoría, sino que se hacen práctica. Pidámosle a Jesús que nos dé un corazón como el suyo.

«La lámpara es el símbolo de la fe que ilumina nuestra vida, mientras que el aceite es el símbolo de la caridad que alimenta y hace fecunda y creíble la luz de la fe. La condición para estar listos para el encuentro con el Señor no es solo la fe, sino una vida cristiana rica en amor y caridad hacia el prójimo. Si nos dejamos guiar por aquello que nos parece más cómodo, por la búsqueda de nuestros intereses, nuestra vida se vuelve estéril, incapaz de dar vida a los otros y no acumulamos ninguna reserva de aceite para la lámpara de nuestra fe; y ésta —la fe— se apagará en el momento de la venida del Señor o incluso antes.»
(SS Francisco, homilía del 12 de noviembre de 2017)

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, voy a invitar a alguien a reflexionar conmigo este pasaje de la Evangelio.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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