La luz de la oración iluminó la catedral de Rancagua

La luz de la oración iluminó la catedral de Rancagua

¿Puede la oración iluminar nuestras vidas? La respuesta es sí. Esto se vio reflejado en el primer “Nightfever” en la historia de Chile, que fue organizado por Alonso Sánchez Piñero, colaborador del Regnum Christi, y los alumnos de II°, III° y IV° medio del colegio La Cruz.

¿Qué es “Nightfever”? Es una noche de evangelización en donde se abre una capilla en el corazón de la ciudad, en este caso la catedral de Rancagua, y se invita a los transeúntes a poner una vela delante de la Eucaristía y hacer un instante de oración a Dios.

La invitación del primer “Nightfever” en Chile fue a que lo jóvenes del colegio La Cruz fueran simples instrumentos de Dios para poder salir al encuentro de las personas de Rancagua e invitarlas a que vivieran una experiencia directa de oración con Cristo en la Eucaristía. ¿Por qué? Porque sin Dios nada podemos. Y porque la oración es fundamental para que Jesús cambie nuestras vidas para poder “ser la luz del mundo”.

Alonso Sánchez Piñero, colaborador español del Regnum Christi quien promovió esta nueva iniciativa apostólica y espiritual en Chile, nos cuenta que “si llevas a Dios al corazón de las personas, cambias sus vidas y el corazón de las personas a su alrededor”.

¿Cómo surgió la idea de realizar Nightfever en Chile?

Yo conocí esta experiencia de “Nightfever” en la ciudad de Valencia, aunque había hecho apostolados de evangelización similares en España como “Una luz en la noche”, y me gustó mucho porque me pareció una actividad abierta a todo tipo de personas, en que realmente salías al encuentro de las personas y que era una experiencia directa de oración con Dios. Me sorprendió gratamente que en este país existe un gran compromiso social para ayudar al otro, construyendo casas, sin embargo, a veces la pobreza espiritual es mayor a la pobreza material, y por eso pensé que un apostolado más espiritual podía ser una alternativa. No debemos olvidar que es Dios el que toca el corazón de las personas, es el que puede cambiar sus vidas y darle un sentido. Esta idea la compartí con los alumnos del colegio La Cruz y la acogida desde el primer momento fue muy buena. Les pareció muy bonito, que podía cambiar la vida a los demás y que podía llevar a Cristo a más gente.

Muchas personas se fueron sumando a esta idea sin saber con qué respuesta se iban a encontrar, sin embargo, desde el primer momento Dios tocó el corazón de los habitantes de Rancagua que se sumaron con mucha alegría a esta noche de oración en la catedral.

Algunos testimonios

Juan: “Venía escuchando música. Me llamaron la atención los letreros afuera de la catedral. Entré por curiosidad. Me entusiasmó participar porque me pregunté, ¿si no estoy con Dios con quien estoy? Me pareció una muy buena experiencia para conocer personas y para poder ayudar a otros”.

Bárbara: “Ha sido una experiencia maravillosa porque pude rezar y confesarme. El sacerdote me hizo ver que la Iglesia nos acepta, con nuestros defectos y virtudes, que Dios nos perdona siempre y que a Él hay que entregar nuestras vidas”.

Lucas: “Es una experiencia muy fuerte, pero a la vez te llena el corazón. Uno se siente muy conectado con Dios. Yo ahora estoy viviendo una serie de problemas personales, pero el sacerdote abrió mis horizontes y me dio soluciones que son realmente posibles, que las voy a considerar mucho”.

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