La hija predilecta de Dios
Por: Brenda Laclette
Comunicación RC Acapulco
El pasado 25 de enero la sección de señoras del Regnum Christi de Acapulco tuvo su retiro mensual. Inició con la misa que ofreció el P. Rory O’Tool, L.C., en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Costa Azul, en la ciudad de Acapulco Guerrero.
Posteriormente participaron de una plática en donde se habló sobre las partes que contiene o se divide la misa. El retiro se centró en el estudio de la oración colecta, que es el protocolo de la misa en donde la oración debe ser un impulso de nuestra voluntad hacia Dios.
La oración colecta debe tener siempre una estructura: 1- Invocación a Dios todopoderoso y eterno. 2- Es el razonamiento de la invocación: que gobierna cielo y tierra y que ilumina el corazón de los hijos de Dios. 3- En la petición toda la asamblea se une y en silencio presenta su petición personal a Dios. 4- La oración colecta, indica la trayectoria espiritual eclesial para toda la semana y a través de la cual nos unimos con todos. 5- La oración termina siempre con la invocación trinitaria que se dirige a Dios Padre por Cristo en el Espíritu Santo.
La asamblea o misa se une a la súplica con aclamación finalizando con un gran «Amén» y así se hace suya la súplica.
Al término de la actividad, Yolanda Nava Trechuelo, participante, comentó que: “Salimos todas las señoras del retiro muy motivadas y pienso que al comprender mejor cada parte de la misa, podemos darle el verdadero sentido y disfrutarla más”.
“Estoy muy contenta con el retiro que tuvimos con el Padre Rory. Dios lo iluminó muy bien. Vi en los ojitos del Padre diciéndonos que somos unas princesas, cada una de nosotras somos unas princesas y nos anima a que pidamos todo lo que queramos y a seguir pidiendo lo que hemos estado pidiendo.
En mi caso sí he tenido milagros, este año me tocó el Niño Dios y es el regalo más maravilloso, después de todo lo que había pasado. Se lo pedí a Dios con fervor y directamente a la imagen cuando la tuvimos ahí presente en la sección y estoy maravillada por ello; ciertamente se lo pedí de corazón, aunque creo que muchas cosas no las he hecho de la forma en la que nos lo han explicado. No me la he creído como dijo el Padre, no me he creído que soy una princesa, ‘la hija predilecta de Dios’ como nos repitió varias veces.
Este mensaje del Padre es un llamado que nos hace a todas, principalmente a mí me llegó al corazón. Ahora voy a empezar a trabajar en ello, a creérmela, con ganas y mucho deseo. Tenemos que aprovechar la oración colecta, que, como le dije a mi compañera en el retiro, yo creía que la oración colecta era porque recibían la limosna, porque es una colecta y, qué mal estaba yo. Ahora sé que es un gran protocolo, una gran oración que tenemos que aprovechar en cada Parroquia, en cada comunidad en la que estamos. Creyéndonos princesas y pedir con vigor para que se cumplan nuestras peticiones, pero no lo hacemos con el valor que se merece ni con la formalidad que se debe.
A partir de ahora lo haré como debe ser, es una gran enseñanza que Dios nos está mandando y estoy feliz, ahora lo descubrí. A partir de hoy me creeré la princesa y la hija predilecta de Dios nuestro Señor y pediré por la comunidad y no siempre por mis caprichos. Pediré por la paz de Acapulco, por la paz del mundo, por la conversión de todos los pecadores”. María del Carmen Hernández Vázquez