Legionarios de Cristo visitan a enfermos con Coronavirus
Los padres Dennis Doren L.C. y Óscar Cabello L.C., visitaron el Hospital Nacional Especializado de Villa Nueva en Guatemala con la finalidad de llevar esperanza y transmitir el amor de Dios a los enfermos de COVID-19 que son atendidos en este lugar.
“El Papa Francisco nos ha dicho que somos Iglesia en salida. Si los médicos lo están dando todo por qué yo no, si soy el médico de almas”, mencionó el P. Dennis Doren L.C., al preguntarle sobre la razón de esta visita.
Por su parte, el P. Oscar Cabello L.C., comentó: “Leí una entrevista al Cardenal Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, y en ella decía: los sacerdotes no deben permanecer lejos de los fieles. En una conversación de mesa con el padre Dennis mencionaba que, así como los médicos están en primera fila atendiendo a los enfermos de coronavirus, los sacerdotes debíamos tener permiso para atender a los enfermos. La cereza en el pastel fue leer las historias de sacerdotes que morían en Italia por coronavirus. Todo esto fraguó en mí el deseo de ir a atender enfermos de coronavirus. Pero sobre todo el anhelo de Cristo de querer estar cerca de los fieles particularmente por los sacramentos: Eucaristía, la reconciliación y la unción de los enfermos. Sentir a Cristo que te empuja para ir allá, es una experiencia espiritual muy fuerte que en el tiempo pascual me lleva a decir: Cristo está vivo y actúa”.
A partir de esa reflexión y luego de bendecir una de las casas de Ronald McDonald, donde se albergan médicos que atienden la emergencia por coronavirus, nació la idea de hacer las visitas al hospital cuando, el padre Dennis, al conversar con los médicos de la casa, les preguntó si había alguna posibilidad de ver a los enfermos.
Jimena Durán, miembro del Regnum Christi en Guatemala, realizó las gestiones con una de las doctoras a cargo y consiguió el permiso para que los sacerdotes pudieran entrar al Hospital Nacional Especializado de Villa Nueva para a llevar la comunión, la unción, confesar y hacer lo que fuera necesario, pastoralmente, para llevar paz a las almas de los enfermos y el personal médico.
Al llegar al lugar, los sacerdotes fueron recibidos por la Dra. Beatriz Guerra, quien les presentó el itinerario que consistía en: visitar a los bebés, después a los enfermos de COVID-19 en una etapa menos crítica. Y posteriormente pasar al área donde se encuentran los más graves y culminando el recorrido en cuidados intensivos.
Al iniciar el recorrido se encontraron en el área de niños que “había 3 bebecitos, unos gemelitos y una niñita, Victoria, con sus mamás fuimos a rezar, a bendecir a los niños, y había también una niña de 10 años cristiana que llevaba 24 horas de ayuno por convicción”, comentó el padre Dennis Doren.
Al llegar donde se encontraban los enfermos adultos, encontraron a 22 pacientes, se acercaron a cada uno y fueron aceptados por todos; a los católicos les dieron la comunión y unción, a los pacientes de otra religión les ofrecieron confortarlos con las oraciones que realizaron juntos y con su compañía, todos ellos manifestaron su alegría y agradecimiento por la visita.
El área administrativa del hospital también participó espiritualmente de la visita: con las personas que se encontraban ahí, se realizó una paraliturgia, se dio la Eucaristía a unas 16 personas, y confesaron a algunos médicos y personal de enfermería que así lo solicitaron.