libertad y amor

Lunes 05 de febrero – El camino de la libertad y del amor.

San Felipe de Jesús, mártir

H. Michael Vargas, L.C

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor Jesús, enséñame a hacer las cosas por amor, cada día de mi vida.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Lucas 9, 23-26
En aquel tiempo, Jesus le dijo a la multitud: “Si alguno quiere acompañarme, que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me siga. Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá; pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará. En efecto, ¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo o se destruye?

Por otra parte, si alguien se avergüenza de mí y de mi doctrina, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga revestido de su gloria y de la del Padre y de la gloria de los santos ángeles”.
Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Dos de los dones más hermosos que nos ha dado Dios, son el don de amar y el don de la libertad. Ambos complementarios entre sí, pues para que realmente haya amor verdadero, es necesario que esté presente la libertad, y para que realmente haya libertad es necesario que ésta se dé por medio del amor.
Si contemplamos el Evangelio, podemos considerar que Jesucristo nos marca libremente uno de los caminos que podemos seguir en la vida. Lo hermoso de ello, es ver cómo nos da la oportunidad de hacer una opción libre y por amor, lo cual no significa que será fácil, pues el camino que Jesús nos marca incluye la renuncia a nosotros mismos, también el seguirle cada día e incluso el perder la propia vida entregándola por amor. Un gran ejemplo de ello lo podemos ver en la vida de tantos mártires por la fe, como lo fue san Felipe de Jesús, a quién celebramos hoy. Él, teniendo la libertad de huir y continuar su vida, optó por seguir libremente el camino del amor hacia Aquél en quien más confiaba, Jesucristo.
Realmente, ¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo o se destruye? Sería vivir una vida en vano, pues el gozo que brota fruto de la opción libre y del amor hacia Aquél que nos ha dado la vida, y que quiere lo mejor de nosotros, llena nuestro corazón y con ello alcanzamos la verdadera felicidad.
«La santidad se encuentra en el camino que nos abre cada uno de nuestros días, en que se ofrecen a nosotros, con atractivo desigual, los deberes de nuestra vida cotidiana». (San Francisco de Sales.)

«Como nos enseña Jesús, sólo cuando perdemos la vida por amor a él es cuando realmente la ganamos (cf. Lc 9,24). Es esta la revolución que Pablo vivió, y es también la revolución cristiana de todos los tiempos: no vivir para nosotros mismos, para nuestros intereses y beneficios personales, sino a imagen de Cristo, por él y según él, con su amor y en su amor.»
(Homilía de S.S. Francisco, 25 de enero de 2017).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Dedicaré algún tiempo de este día para salir al encuentro de los demás.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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