Martes 04 de enero de 2022 – «¿Cuántos panes tienen?»
Andrés De la Torre, LC
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, cuando me encuentre como oveja sin pastor, recuérdame que Tú eres mi pastor.
Cuando sienta que no tengo nada para dar, recuérdame que Tú puedes hacer maravillas con mi pequeñez, con mis pocos panes y peces.
Cuando me sienta vacío y hambriento, recuérdame que sólo Tú puedes saciar mi corazón.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 6, 34-44
En aquel tiempo, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma. Cuando se hizo tarde se acercaron sus discípulos a decirle: «Estamos en despoblado, y ya es muy tarde. Despídelos, que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor y se compren de comer». Él les replicó: «Dadles vosotros de comer». Ellos le preguntaron: «¿Vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?». Él les dijo: «¿Cuántos panes tenéis? Id a ver». Cuando lo averiguaron le dijeron: «Cinco, y dos peces». Él les mandó que hicieran recostarse a la gente sobre la hierba en grupos. Ellos se acomodaron por grupos de ciento y de cincuenta. Y tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran. Y repartió entre todos los dos peces. Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos de pan y de peces. Los que comieron eran cinco mil hombres.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Jesús pide ayuda a sus discípulos, les pregunta: ¿Cuántos panes tienen?, los apóstoles no tienen suficiente y lo saben, pero Jesús toma lo que le damos y hace maravillas.
Una vez escuché una historia sobre un niño que recogía las estrellas de mar que la marea había dejado en la playa por la noche, y las volvía a poner en el agua. Un señor le dijo: “¿Por qué haces eso si son tantas estrellas y no puedes salvarlas a todas?, esto no hace la diferencia”. El niño respondió: “Esto hace la diferencia para estas estrellas”.
Si a veces sentimos que nuestro esfuerzo es inútil, infecundo, recuerda que hace la diferencia, y que además contamos con el poder omnipotente de Dios, que toma nuestros pocos panes y los usa para saciar multitudes. Démosle a Jesús nuestros panes con fe, compasión y amor.
«Jesús cumple un milagro, pero es el milagro de la fe, de la oración, suscitado por la compasión y el amor. Así Jesús «partiendo los panes, se los dio a los discípulos y los discípulos a la gente». El Señor resuelve las necesidades de los hombres, pero desea que cada uno de nosotros sea partícipe concretamente de su compasión». (S.S. Francisco, Catequesis del 17 de agosto de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Buscaré hacer hoy un pequeño acto de caridad en mi familia, con la confianza de que Dios puede hacer grandes cosas a través de esto que le ofrezco.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.