Martes 10 de agosto de 2021 – La libertad de decidir.
H. Santiago García Huerdo, L.C.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, gracias por el don de la libertad. Dame la gracia de siempre elegirte y de poder en esa elección dar los frutos que estoy llamado a dar.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 12, 24-26
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Yo les aseguro que si el grano de trigo sembrado en la tierra no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se asegura para la vida eterna.
El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Dios sale a tu encuentro siempre de una forma sutil. Jamás busca imponerte nada, sino siempre proponer qué es lo mejor para ti y para tu felicidad. Dios te ha hecho libre para amar. Y pienso, que justamente eso hace el día de hoy en este Evangelio. Te propone los caminos donde puedes amar más. Cuando Jesús comenta estas cosas a sus discípulos, muestra objetivamente los dos caminos por los cuales pueden transitar y también las consecuencias de elegir uno y otro. En este sentido, puedas elegir entre dos opciones, dar o no fruto y servir o no servirle.
El ser humano es el único que tiene el dilema en elegir entre una vida plena y una vida fallida. Esto es quizás, lo más maravillo que tienes, el don de la libertad. La libertad para poder decidir qué hacer con tu vida. Así que es un buen momento para preguntarte, ¿qué hago con la libertad que Dios me ha dado? ¿El ejercicio de mi libertad, me sirve para acercarme más a Él o al contrario? ¿Estoy dando los frutos que Dios me pide?
«El acto de morir de la semilla es un acto ambivalente, porque al mismo tiempo marca el final de algo y el comienzo de otro. Llamamos al mismo momento muerte-descomponerse y nacimiento-germinar porque son la misma realidad. Ante nuestros ojos vemos un final y al mismo tiempo en ese final se manifiesta un comienzo nuevo. En este sentido, toda la resistencia que ponemos cuando entramos en crisis, a la que nos conduce el Espíritu en el momento de la prueba, nos condena a permanecer solos y estériles, al máximo en conflicto. Al defendernos de la crisis, obstruimos la obra de la Gracia de Dios que quiere manifestarse en nosotros y a través de nosotros.»
(Discurso de S.S. Francisco, 21 de diciembre de 2020).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Agradecer a Dios por el don de la libertad.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.