Martes 21 de junio de 2022 – «No tirar lo santo a los perros»
Daniel Arroyo, LC
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, quiero pasar este momento contigo. Tengo muchas cosas que hacer, pero las dejo en tus manos para poder rezar. Tú eres el Señor de mi vida y no puedo imaginarla sin ti. Muchas veces me cuesta hacer lo que me pides, pero también sé que eres mi amigo y todo lo que me das, me lo das con cariño. Aumenta mi fe para que pueda encontrarme contigo durante esta meditación. Sin ti no puedo. Esta oración puede ser difícil, pero la pongo en tu corazón para que dé el fruto que Tú quieras.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 7, 6. 12-14
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán para destrozaros. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la ley y los profetas. Entrad por la puerta estrecha. Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos».
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En este Evangelio, Jesús nos pide no dar lo santo a los perros. Lo primero que pensamos cuando Jesús dice esto es que no debemos despreciar los dones espirituales que Dios nos ha dado, como la Misa o la confesión. Es cierto que debemos aprovecharlos para crecer en santidad, pero no podemos reducir el cristianismo solo a ellos.
Poco después, Jesús nos invita a tratar a los demás como queremos que ellos nos traten y esto también es no tirar lo santo a los perros. El otro es un don que Dios me ha dado para custodiarlo, no porque me puede reportar algún beneficio, sino porque en él vive Cristo.
Asimismo, también yo soy un don de Dios y debo aprender a amar y ser amado. Esto también es no tirar lo santo a los perros.
Jesús termina recordándonos que este camino es difícil, que no es fácil no tirar lo santo a los perros, pero que es el camino que lleva a la vida.
«Pensemos en la mujer cananea que suplica a Jesús por la hija: esta mujer debe insistir mucho tiempo para ser escuchada. Tiene también la humildad de escuchar una palabra de Jesús que parece un poco ofensiva: no tenemos que tirar el pan a los perros, a los perritos. Pero a esta mujer no le importa la humillación: le importa la salud de la hija. Y va adelante: “Sí, también los perritos comen de lo que cae de la mesa”, y esto le gusta a Jesús. La valentía en la oración». (S.S. Francisco, Catequesis del 26 de mayo de 2021).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Veré a Jesús en aquellos con los que me encuentre y les ayudaré en todo lo que pueda.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.