Miércoles 1 de enero de 2020 – Volvieron dando gloria a Dios.
Santa María Madre de Dios
H. Alexis Montiel, L.C.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Madre santísima, que sea pronto a cumplir tu voluntad.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 2, 16-21
Encontraron a María y a José, y al niño. A los ocho días, le pusieron por nombre Jesús
En aquel tiempo, los pastores fueron a toda prisa hacia Belén y encontraron a María, a José y al niño, acostado en el pesebre. Después de verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño y cuantos los oían quedaban maravillados. María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.
Los pastores se volvieron a sus campos, alabando y glorificando a Dios por todo cuanto habían visto y oído, según lo que se les había anunciado.
Cumplidos los ocho días, circuncidaron al niño y le pusieron el nombre de Jesús, aquel mismo que había dicho el ángel, antes de que el niño fuera concebido.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Tras las fiestas navideñas aún seguimos viendo aguinaldos, posadas, juegos y fiesta… Todos sentimos un gran cariño por las fiestas decembrinas, y quizá nos olvidemos de lo más importante, por eso la Iglesia nos pone de nuevo este Evangelio, primero por el hecho de ser ocho días después de la Navidad, que sería la circuncisión del Niño Jesús, y luego por dar una celebración a María, como madre de Dios.
Las dos partes de este Evangelio nos empujan a vivir más ardientemente los misterios de la Navidad, ya no como un mero acontecimiento histórico, sino como una de las gracias más grandes del amor de Dios. Por un lado, ver como la gloria de Dios se manifiesta sobre todo, y ante todo, a la gente sencilla, por otro lado, el nombre de Jesús, que significa Dios salva, viene a ser la corroboración del cumplimiento de la palabra del ángel anunciada a María.
Estas dos partes nos muestran como Jesús quiso nacer como hombre, sufriendo las inclemencias de la vida y queriendo obedecer las mismas leyes de los hombres.
«Pero hoy es también un día para admirarse delante de la Madre de Dios: Dios es un niño pequeño en brazos de una mujer, que nutre a su Creador. La imagen que tenemos delante nos muestra a la Madre y al Niño tan unidos que parecen una sola cosa. Es el misterio de este día, que produce una admiración infinita: Dios se ha unido a la humanidad, para siempre. Dios y el hombre siempre juntos, esta es la buena noticia al inicio del año: Dios no es un señor distante que vive solitario en los cielos, sino el Amor encarnado, nacido como nosotros de una madre para ser hermano de cada uno, para estar cerca: el Dios de la cercanía. Está en el regazo de su madre, que es también nuestra madre, y desde allí derrama una ternura nueva sobre la humanidad.»
(Homilía de S.S. Francisco, 1 de enero de 2019).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Recordar la alegría navideña que me mueva a hacer algo por mis hermanos, una obra de misericordia o un acto de caridad.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.