Miércoles 17 de febrero de 2021 – Una cuaresma misionera.
Miércoles de Ceniza
H. Francisco J. Posada, L.C.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Padre, te pido que me concedas tu amor en este día para ponerme en tu presencia todas las cuarenta jornadas de este periodo. Te pido que me des la gracia de ayudar a mis hermanos necesitados dándome sin medida; que te ponga en el primer lugar de mi vida y que aprenda a dejar las cosas que son buenas, pero me impiden llegar a Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 6, 1-6. 16-18
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Tengan cuidado de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres, para que los vean. De lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. En cambio, cuando tú des limosna, que nos sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara para que no sepa la gente que estás ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Una pregunta que viene a la mente es, ¿cuál es el lugar de la religión cristiana en la vida de las personas? Y podemos dar dos respuestas. Una que es solo una cosa privada, se vive solo en la iglesia, no hace falta que los demás me vean y a fin de cuentas lleva a decir no importa qué Dios sigues, lo que importa es que seas bueno. La segunda respuesta que es algo público sin la cual no podemos vivir, que es misionera porque nace de una experiencia de Dios y quiere comunicar eso a los demás. El consejo de Jesús, a primera vista, estaría en el primer tipo, que la religión es algo privado. Si tú estás bien con Dios eso es lo que importa, pero claramente no vivimos como islas, hay personas en todas partes y lo que hacemos les afecta para bien o para mal. Así, el consejo de Jesús se puede ver desde la perspectiva de hacer las cosas bien para Dios en primer lugar, teniendo en mente que los demás me ven y lo que hago no es indiferente.
La oración, la limosna y el ayuno bien vividos se convierten en una llamada de atención a todo aquel que nos rodea porque le hace pensar qué significa lo que hacemos y comienza el deseo de unirse a este movimiento que tiene como fin la gloria de Dios. Dios es la persona más importante en nuestra vida y sabemos que sin Él no podemos hacer nada. Ahora que comenzamos este tiempo de cuaresma es una gran oportunidad para preguntarnos cómo es que Dios nos pide vivir este periodo en el que nos enfocamos a unirnos más a Él en la oración, a ayudar al prójimo necesitado y a hacer sacrificios en la comida, bebida y en otras muchas cosas más.
«Ayunar es saber renunciar a las cosas vanas, a lo superfluo, para ir a lo esencial. Ayunar no es solamente adelgazar, ayunar es ir precisamente a lo esencial, es buscar la belleza de una vida más sencilla. El desierto, finalmente, es el lugar de la soledad. También hoy, cerca de nosotros, hay tantos desiertos. Son las personas solas y abandonadas. Cuantos pobres y ancianos están cerca de nosotros y viven en silencio, sin clamor, marginados y descartados. Hablar de ellos no aumenta las audiencias. Pero el desierto nos lleva a ellos, a cuantos, forzados a callar, piden en silencio nuestra ayuda. Tantas miradas silenciosas que piden nuestra ayuda. El camino en el desierto cuaresmal es un camino de caridad hacia quien es más débil. Oración, ayuno, obras de misericordia: he aquí el camino en el desierto cuaresmal.»
(Audiencia de S.S. Francisco, 26 de febrero de 2020).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Ir a recibir la ceniza para dar testimonio cristiano.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.