amor es un regalo

Miércoles 17 de noviembre de 2021 – «Confiar en Aquél que me ama»

César A. Hernández M., LC

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

 

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Permíteme, Padre, creer y confiar en tu amor por mí.

 

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Lucas 19, 11-28

En aquel tiempo, dijo Jesús una parábola; el motivo era que estaba cerca de Jerusalén, y se pensaban que el reino de Dios iba a despuntar de un momento a otro. Dijo, pues: «Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas de oro, diciéndoles: «Negociad mientras vuelvo”. Sus conciudadanos, que le aborrecían, enviaron tras él una embajada para informar: «No queremos que él sea nuestro rey». Cuando volvió con el título real, mandó llamar a los empleados a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y dijo: «Señor, tu onza ha producido diez». Él le contestó: «Muy bien, eres un empleado cumplidor; como has sido fiel en una minucia, tendrás autoridad sobre diez ciudades». El segundo llegó y dijo: «Tu onza, señor, ha producido cinco». A ése le dijo también: «Pues toma tú el mando de cinco ciudades». El otro llegó y dijo: «Señor, aquí está tu onza; la he tenido guardada en el pañuelo; te tenía miedo, porque eres un hombre exigente, que reclamas lo que no prestas y siegas lo que no siembras». Él le contestó: «Por tu boca te condeno, empleado holgazán. ¿Conque sabías que soy exigente, que reclamo lo que no presto y siego lo que no siembro? Pues, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses». Entonces dijo a los presentes: «Quitadle a éste la onza y dádsela al que tiene diez». Le replicaron: «Señor, si ya tiene diez onzas». «Os digo: ‘Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene’. Y a esos enemigos míos, que no me querían por rey, traedlos acá y degolladlos en mi presencia»». Dicho esto, echó a andar delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.

Palabra del Señor.

 

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

A veces puede ocurrir que sentimos miedo ante la idea de ser juzgados por Dios. Sentimos miedo porque creemos que no estamos haciendo su voluntad. Sentimos miedo porque creemos que no lo estamos amando lo suficiente. El problema en verdad es que no nos damos cuenta de una verdad, una verdad más grande que todas nuestras faltas e imperfecciones: Dios nos amó primero.

Puede suceder que actuamos como si nos tuviéramos que ganar el amor de Dios; como si en el momento que dejemos de obrar bien Él va a dejar de amarnos. Al contrario, la escritura nos dice: «aunque una madre se olvidase de su hijo, yo no me olvido». El Señor prometió amarnos cuando dijo por medio del profeta Natán: «Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo».

No importa qué hagamos o dejemos de hacer, Dios jamás nos dejara de amar. Su amor es un regalo. Es un don. No pide nada a cambio y jamás nos lo va a quitar. Confiar y esperar en Él es confiar y esperar a Aquél que me ama y se preocupa por mí; en Aquél que, como dice el apóstol Pablo, «me amó y se entregó por mí».

 

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

 

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Repetirme a lo largo del día que soy un hijo amado de Dios.

 

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

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