libertad

Miércoles 20 de octubre de 2021 – «Por amor a Dios hago todo en libertad.»

H. Óscar Rendón, LC

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

 

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, gracias por permitirme compartir contigo este momento, gracias por todas las bendiciones que me has dado, gracias porque tengo la gracia de escuchar tu palabra y hacerla parte de mi vida, que tu Espíritu Santo me guíe y me permita entender, de cara a ti, lo que me quieres decir hoy.

 

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Lucas 12, 39-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre”. Pedro le preguntó: «Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?”. El Señor le respondió: «¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: ‘Mi amo tarda al llegar’, y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y deber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá”.

Palabra del Señor.

 

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Hay un dicho popular que dice: “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, probablemente, muchos de nosotros hemos escuchado estas palabras de parte de maestros, padres, amigos o jefes de trabajo; con ellas nos invitan a aprovechar el tiempo y estar al día con nuestras responsabilidades, con ellas nos recuerdan que, si las cumplimos, cuidaremos nuestros empleos, aseguraremos nuestro año escolar, nos evitaremos cargas o presiones innecesarias. Cuando hemos puesto en práctica este consejo, puedo decir que muchos de nosotros tenemos una sensación similar; experimentamos tranquilidad, alegría, entusiamo e incluso ánimo para continuar con las responsabilidades que puedan llegar, ¡qué bien se siente cuando sé que he hecho bien las cosas!, ¡qué bien se siente cuando he aprovechado bien el tiempo!, ¡qué bien se siente cuando sé que puedo hacer las cosas bien, aunque me cuesten!

Ahora, reflexionemos lo que Jesús nos quiere decir con sus palabras. Es interesante descubrir que nos invita a hacer exactamente lo mismo, nos invita a aprovechar nuestra vida en las cosas que verdaderamente tienen valor, nos invita a vivir con una caridad cristiana real y de cara a Dios, nos invita a preocuparnos por el crecimiento de nuestra vida espiritual y su relación con Él, ¡nos invita a ser buenos cristianos hoy!, ¡nos dice que quiere que empecemos nuestro camino de confianza en Él en este mismo momento!, nos invita a mantenernos alertas para que no vivamos una fe blanda, una fe que un día está llena de fervor; pero que al día siguiente no tiene tanta fuerza.

Nuestro actuar cristiano en este mundo, en la sociedad, en nuestras familias; debe estar guiado por el amor a Dios y cuando amamos, hacemos las cosas en libertar, en paz y buscando siempre el bien, para nosotros y los demás; no hacemos las cosas por obligación, por temor a ser condenados, esa no debe ser nuestra motivación, nuestra motivación debe ser el mismo Dios y el deseo de instaurar su Reino entre nosotros.

 

«Cuando en cambio intentamos seguir la lógica evangélica de la integridad, de la transparencia, en las intenciones y en los comportamientos, de la fraternidad, nosotros nos convertimos en artesanos de justicia y abrimos horizontes de esperanza para la humanidad. Con la gratuidad y la donación de nosotros mismos a los hermanos, servimos al dueño justo: Dios. Que la Virgen María nos ayude a elegir en cada ocasión y cueste lo que cueste el camino justo, encontrando también el valor de ir contracorriente, con el fin de seguir a Jesús y a su Evangelio». (S.S. Francisco, Angelus, 18 de septiembre de 2016).

 

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Señor Jesús, gracias por permitirme escuchar tus palabras y que hayas puesto en mí, la intención de querer hacerlas parte de mi vida, dame la gracia de mantener firme mi fe y mi buena voluntad en todo momento, que cada acto que relice hoy te dé gloria. Permíteme seguir conociéndote para que mi amor hacia ti crezca cada vez más. Amén.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Todo lo que haga en este día, mi trabajo, mis estudios, mi convivencia familiar, aquello que me gusta hacer y lo que tal vez me cueste un poco más; voy a tratar de hacerlo con una intención, es decir, voy a ofrecerlo para que quienes estén alejados de Dios encuentren el camino que los haga llegar a su Corazón.

 

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

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