Miércoles 22 de septiembre de 2021 – Confía y predica
H. Andrés De la Torre, LC
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria
Jesús, gracias por haberte fijado en mí, por enviarme a testimoniar tu Palabra, por confiar en mí. Señor, ayúdame a confiar totalmente en ti, a “no llevar morral, ni comida, ni dinero” porque Tú eres mi esperanza. Señor, quiero seguirte, dame la fuerza para no separarme de ti.
Evangelio del día
Del santo Evangelio según san Lucas 9, 1-6
En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar toda clase de demonios y para curar enfermedades. Luego los envió a predicar el Reino de Dios y a curar a los enfermos.
Y les dijo: “No lleven nada para el camino: ni bastón, ni morral, ni comida, ni dinero, ni dos túnicas. Quédense en la casa donde se alojen, hasta que se vayan de aquel sitio. Y si en algún pueblo no los reciben, salgan de ahí y sacúdanse el polvo de los pies en señal de acusación”.
Ellos se pusieron en camino y fueron de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio y curando en todas partes.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En este Evangelio, Jesús nos invita a salir a predicar. Nosotros, al rezar cada día, seguimos haciendo la experiencia de Cristo, esa experiencia que ha cambiado nuestras vidas y que sabemos que puede cambiar muchas vidas más.
Jesús es la respuesta que el hombre sediento necesita. Sin embargo, predicar es difícil, conlleva riesgos. Jesús manda a sus discípulos a predicar, invitándolos a confiar en Él, sabiendo que Él está presente y nos protege.
Todos podemos predicar a Cristo, dando testimonio de su Palabra y viviendo nuestra fe sin temores al qué dirán o qué pensarán los demás. Predicamos a Cristo cuando ayudamos al necesitado, cuando amamos a nuestra familia, cuando somos honestos y profesionales en nuestro trabajo, etc.
Vayamos a compartir ese amor de Cristo, diciendo junto con el ¡apa Francisco “Señor, tú lo sabes todo, no hay necesidad de hablarte de mi dolor, sólo te pido que estés aquí a mi lado: tú eres mi esperanza”.
«El coraje de la verdad. Es importante ser personas valientes, construir comunidades valientes que no tengan miedo de tomar partido para afirmar los valores del Evangelio y la verdad sobre el mundo y el hombre. Se trata de hablar claro y de no volver la mirada hacia otra parte frente a los ataques al valor de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural, frente a la dignidad de la persona humana, frente a los problemas sociales, frente a las diversas formas de pobreza. El testimonio de los discípulos de Jesús está llamado a tocar las vidas de las parroquias y de los barrios, a no dejar indiferentes sino a repercutir, transformando los corazones y las vidas de las personas»
(Discurso de S.S. Francisco, 30 de junio de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Jesús, que confíe en ti. Quiero llevarte a todas las personas. Quiero que sepan de ese amor que yo he experimentado. Lléname de tu amor para que pueda transmitirte a los demás.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Ponte un propósito que te ayuda a encender tu fuego misionero confiando siempre en Dios. Recuerda que para extender su mensaje no tenemos que ir necesariamente a lugares lejanos, sino empezar en donde estamos.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.