Miércoles 26 de enero de 2022 – «Poneos en camino»
Iván A. Virgen, LC
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Dame, Cristo, tu fuego para llevar tu Evangelio hasta el lugar más recóndito de la sociedad que me circunda. Dame tu valor para dar tu paz aún en medio de los lobos, y tu fuerza para proclamar como tú: “El Reino de Dios está cerca”.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 10, 1-9
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Miras que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: ‘Paz a esta casa’. Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed los que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: ‘Está cerca de vosotros el reino de Dios’”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El Reino de Jesús ha iniciado una gran movida, despliega un ejército de misioneros con órdenes precisas: “No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino, etc.”. El Señor no oculta el peligro: “os mando como corderos en medio de lobos”. La misión es grande y trascendente. Decía el inició del pasaje del Evangelio que el Señor envío a sus discípulos a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir Él. Es Jesús mismo quién quiere entrar en cada casa y población, pero simplemente no puede por sí solo. Y la razón por la que no puede es que ha decido compartir con nosotros la condición temporal, espacial y limitada. Haciéndose hombre, tomó también estas condiciones. Pero la razón de fondo también es que Él quiso compartir los límites porque quería compartir estrechamente su misión. Tenía legiones de ángeles para proclamar con voces mucho más bellas la llegada del Reino, pero quiso compartirla con nosotros. La vida del cristiano es un apasionante caminar hombro a hombro con Jesús en su misión de anunciar el amor de Dios por los hombres.
«Sembremos esta palabra en medio de nuestros pecados y fracasos. Regalémosla a las personas que están derrotadas y dobladas por la vida, a los que han saboreado más odio que amor, a los que han vivido días inútiles sin haber entendido nunca por qué. Regalémosla a los que han luchado por la justicia, a todos los mártires de la historia, a los que han llegado a la conclusión de que han luchado por nada y de que el mal domina este mundo». (S.S. Francisco, Catequesis del 6 de marzo de 2019).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy buscaré la oportunidad para hacer saber a una persona que es amada por Dios.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.