«Renovando mi compromiso con Dios para una vida plena de entrega y servicio»
Ceremonia de renovación de votos en el Territorio de México.
“Los sacerdotes están llamados a salir de sus recintos para dejar que la ternura de Dios se desborde en ellos a favor de los hombres. Necesitamos sacerdotes confiados y serenos por haber descubierto el verdadero tesoro, ansiosos de darlo a conocer.” Papa Francisco.
El pasado 13 de agosto a las 9:30 de la mañana en la capilla de la Universidad Anáhuac México, campus norte, se llevó a cabo la ceremonia de renovación de votos de diez hermanos religiosos Legionarios de Cristo.
Presidió la concelebración el P. Ricardo Sada, L.C. director territorial de México y Centroamérica. La homilía fue pronunciada por el P. Francisco Casas, L.C., quien resaltó la humildad con la que estos jóvenes renuncian a todo para recibir una intensa formación espiritual y humana para servir a Cristo y a todas las personas.
Concelebraron 32 sacerdotes legionarios, sirviendo en el altar los diáconos, los PP Juan Miguel Guerra Treviño, L.C. y Miguel Subirachs Pedret, L.C.
Los hermanos que renovaron sus votos son:
- Daniel Preciado Valtierra, L.C.
- Gregorio Mejía Morales, L.C.
- Jesús Alberto Mora Silva, L.C.
- Joel Alberto Ruiz Villarreal, L.C.
- John Patrick Kenny, L.C.
- Jorge Alberto Mora González, L.C.
- José Eduardo Gorocica Rangel, L.C.
- Marcin Jabłoński, L.C.
- Óscar David Rangel Vega, L.C.
- Óscar Vidal Ramírez Saldarriaga, L.C.
La urgencia de llevar el Evangelio es apremiante, pero el sacerdocio requiere de tiempo y no puede improvisarse, en este sentido la misión confiada por Jesucristo exige una seria preparación.
El Legionario de Cristo vive diversas etapas en su formación para forjarse sacerdote. Estos hermanos ya vivieron un proceso de discernimiento llamado Candidatado, posteriormente ingresaron al Noviciado que culminó con la profesión de votos temporales.
Durante dos años cursaron Humanidades y tres años de Filosofía, concluyendo este periodo con la renovación de sus votos temporales.
El proceso que sigue en su formación son dos o tres años de prácticas apostólicas; posteriormente cursarán tres años de Teología, emitiendo en esta etapa sus votos perpetuos y si procede, recibirán los ministerios de Acolitado y Lectorado.
Al concluir este periodo recibirán la ordenación diaconal, y un año después, si son idóneos, si no hay ningún impedimento canónico y tienen las virtudes adecuadas que requiere la Congregación, recibirán la ordenación sacerdotal. Esta ceremonia se realiza de manera conjunta con otros diáconos en Roma, en la fiesta de la Virgen de Guadalupe.