Sábado 10 de noviembre de 2018 – «El que es de fiar en lo menudo, también en lo importante es de fiar».
San León Magno, Papa y doctor de la Iglesia
H. David Mauricio Sánchez Mejía, L.C.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Abre mis ojos, Señor, a la bondad de tu amor.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 16, 9-15
En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: «Con el dinero tan lleno de injusticias, gánense amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo.
El que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes. Si ustedes no son fieles administradores del dinero, tan lleno de injusticias, ¿quién les confiará los bienes verdaderos? Y si no han sido fieles en lo que no es de ustedes, ¿quién les confiará lo que sí es de ustedes?
No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero».
Al oír todas estas cosas, los fariseos, que son amantes del dinero, se burlaban de Jesús. Pero él les dijo: «Ustedes pretenden pasar por justos delante de los hombres; pero Dios conoce sus corazones, y lo que es muy estimable para los hombres es detestable para Dios».
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Jesús nos regala muchos dones cuando venimos a este mundo. No es en vano que popularmente se diga que «Dios no se deja ganar en generosidad». Nos regala la vida, la salud, nuestra familia, su perdón, su cuerpo, su sangre, entre otras tantas cosas. Jesús nos quiere y nos quiere bien.
Sin embargo, el uso que hacemos de estos dones depende de nosotros. Los podemos usar mal si queremos. ¡Por supuesto! A Dios le duele vernos haciendo algo mal, pero en definitiva le duele más el saber que somos nosotros los que elegimos hacernos daño al alejarnos de Él. Lo que es peor, podemos ssss creer que todo lo que tenemos lo conseguimos nosotros con nuestras propias fuerzas y que eso nos da derecho a destruirlo.
Y Dios llora… llora ante el hombre que ha olvidado que realmente es un guardián de dones y no un déspota tirano.
¿Qué uso estoy haciendox de los dones de Dios?
«La última pregunta de Pablo es: “¿Cómo puede haber un mensajero sin que sea enviado?”. Al final de esta Misa, todos seremos enviados, para llevar con nosotros los dones que hemos recibido y compartirlos con los demás. Esto puede provocar un poco de desánimo, ya que no siempre sabemos a dónde nos puede enviar Jesús. Pero él nunca nos manda sin caminar al mismo tiempo a nuestro lado, y siempre un poquito por delante de nosotros, para llevarnos a nuevas y maravillosas partes de su reino.»
(Homilía de S.S. Francisco, 30 de noviembre de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Haré una lista con todos los dones que Dios me ha dado, le daré gracias por ellos y reflexionaré sobre el uso que estoy haciendo de ellos.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.