Sábado 17 de septiembre – Ser tierra buena, que produzca fruto en abundancia.

H. Cristian

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, mira que necesito de Ti. Me pongo en tus manos confiando encontrar en Ti la satisfacción de mis más profundos anhelos. Te amo, Señor, pero quiero amarte más y más. Dame la gracia de hacer una experiencia fuerte de Ti y de tu amor. Permíteme conocerte en esta oración un poco más. Llena mi alma de tu amor y de celo para colaborar así en la extensión de tu Reino entre los hombres. Hazme un apóstol infatigable de tu Evangelio.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Lucas 8, 4-15
En aquel tiempo, mucha gente se había reunido alrededor de Jesús, y al ir pasando por los pueblos, otros más se le unían. Entonces les dijo esta parábola:
“Salió un sembrador a sembrar su semilla. Al ir sembrando, unos granos cayeron en el camino, la gente los pisó y los pájaros se los comieron. Otros cayeron en terreno pedregoso, y al brotar, se secaron por falta de humedad. Otros cayeron entre espinos, y al crecer éstos, los ahogaron. Los demás cayeron en tierra buena, crecieron y produjeron el ciento por uno”. Dicho esto, exclamó: “¡El que tenga oídos para oír, que oiga!”.
Entonces le preguntaron los discípulos: “¿Qué significa esta parábola?”. Y él les respondió: “A ustedes se les ha concedido conocer claramente los secretos del Reino de Dios; en cambio, a los demás, sólo en parábolas para que viendo no vean y oyendo no entiendan.
La parábola significa esto: la semilla es la palabra de Dios. Lo que cayó en el camino representa a los que escuchan la palabra, pero luego viene el diablo y se la lleva de sus corazones, para que no crean ni se salven. Lo que cayó en terreno pedregoso representa a los que, al escuchar la palabra, la reciben con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba, fallan. Lo que cayó entre espinos representa a los que escuchan la palabra, pero con los afanes, riquezas y placeres de la vida, se van ahogando y no dan fruto. Lo que cayó en tierra buena representa a los que escuchan la palabra, la conservan en un corazón bueno y bien dispuesto, y dan fruto por su constancia”.
Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.

Son pocas las explicaciones que nos dejaste de parábolas pronunciadas por Ti. Ésta es una de ellas. Bastaría en este tiempo de oración leer con calma la explicación que me das y escuchar la ternura con la que me instruyes y buscas mi conversión.
La pregunta podría ser: ¿qué tipo de campo soy? ¿Soy el camino que tan sólo escucha tu Palabra sin que ella profundice en mi alma? Dices que estos son a los que el demonio colabora para que no crean y no se salven. ¿Soy pedregal, es decir, tierra difícil de sembrar por su poca profundidad y mal estado? ¿Soy acaso el campo de espinos que impide que crezca en mí tu Palabra, porque el corazón ya está lleno de otras semillas? ¿O soy tierra buena capaz de producir fruto?
Lo que me llama la atención es que el sembrador no deja de sembrar. Sabe que aunque sea camino, pedregal, espino o buena tierra, siempre lanza la semilla de la palabra. Esto me consuela, Señor. Tal vez no es una clasificación de almas lo que me presentas en este pasaje. Tal vez es un proceso en el que sé que siempre puedo contar con tu ayuda.
El campo siempre será campo. La obra es del sembrador. Mira, Señor, que no conozco el primer terreno que se haya hecho apto a sí mismo para ser sembrado. Siempre fue un sembrador quien reparó, limpió, ordenó el campo. Por ello te pido me ayudes a que, independientemente del campo que soy, me ayudes a ser tierra buena en la que tu Palabra produzca fruto y lo produzca en abundancia. Sé Tú el sembrador de mi vida y ayúdame a ser lo que Tú quieres que sea.

«Ustedes son sembradores del cambio. Que Dios les dé coraje, les dé alegría, les dé perseverancia y pasión para seguir sembrando. Tengan la certeza que tarde o temprano vamos de ver los frutos. A los dirigentes les pido: sean creativos y nunca pierdan el arraigo a lo cercano, porque el padre de la mentira sabe usurpar palabras nobles, promover modas intelectuales y adoptar poses ideológicas, pero si ustedes construyen sobre bases sólidas, sobre las necesidades reales y la experiencia viva de sus hermanos, de los campesinos e indígenas, de los trabajadores excluidos y las familias marginadas, seguramente no se van a equivocar.»
(Homilía de S.S. Francisco, 10 de julio de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Ofreceré una oración durante el día por la conversión de los pecadores.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

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