Sábado 3 de noviembre de 2018 – Aprende a ser humilde.
San Martin de Porres, religioso
H. César Yali Molina Flores, L.C.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, concédeme la fortaleza para aprender a ser humilde.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 14, 1. 7-11
Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban espiándolo. Mirando cómo los convidados escogían los primeros lugares, les dijo esta parábola:
“Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que haya algún otro invitado más importante que tú, y el que los invitó a los dos venga a decirte: ‘Déjale el lugar a éste’, y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último asiento. Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar, para que, cuando venga el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate a la cabecera’. Entonces te verás honrado en presencia de todos los convidados. Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El Evangelio de hoy te invita a crecer y vivir en humildad. Es una invitación difícil de seguir ante el egoísmo, la independencia e individualidad que se propone como ideal de vida y la falsa idea de súper hombre que puede hacer todo y que no necesita de nadie; sin embargo, Jesús te ofrece lo contrario, que vivas una vida humilde; que sepas reconocer tus límites y también tus virtudes, aceptándote como persona y reconociendo en el otro a alguien que te puede ayudar y a quien puedes ayudar.
En definitiva, te invita a salir del «yo» y que aprendas a construir un «nosotros». Dado que todos, en algún momento, tomamos decisiones poco acertadas, necesitas aprender a vivir humildemente, no juzgando, y sabiéndote necesitado del otro, así como el otro necesita de ti, especialmente en el ámbito familiar y en el círculo de amigos.
Que san José, la Virgen María y san Martín de Porres te guíen por el camino de la humildad para que, a ejemplo de ellos, aprendas y vivas santamente.
«Él se dirige a los humildes, a los pequeños, a los pobres, a los necesitados porque Él mismo se hizo pequeño y humilde. Comprende a los pobres y los que sufren porque Él mismo es pobre y conoce el dolor. Para salvar a la humanidad Jesús no ha recorrido un camino fácil; el contrario, su camino ha sido doloroso y difícil...»
(Homilía de S.S. Francisco, 14 de septiembre de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
En silencio, aceptaré con humildad las correcciones que me hagan.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.