Sábado 6 de febrero – Los verbos del pastor: ver, tener compasión, enseñar.

Santos Pablo Miki y compañeros, mártires

 

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, el día de hoy, como a los apóstoles, me llamas a venir contigo a un lugar solitario, para descansar mi corazón y hablarte en la oración. Yo quiero estar siempre a tu lado, compadécete de mí como te compadeciste de la multitud, porque yo también soy una pobre oveja que necesita de Ti, Tú eres mi único Pastor.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Marcos 6, 30-34

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Entonces él les dijo: “Vengan conmigo a un lugar solitario, para que descansen un poco”. Porque eran tantos los que iban y venían, que no les dejaban tiempo ni para comer.

Jesús y sus apóstoles se dirigieron en una barca hacia un lugar apartado y tranquilo. La gente los vio irse y los reconoció; entonces de todos los poblados fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron.

Cuando Jesús desembarcó, vio una numerosa multitud que lo estaba esperando y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.

Palabra del Señor.

Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

«El Evangelio de hoy nos dice que los apóstoles después de la experiencia de la misión, están contentos pero cansados. Y Jesús lleno de comprensión quiere darles un poco de alivio. Entonces les lleva a aparte, un lugar apartado para que puedan reposarse un poco. “Muchos entretanto los vieron partir y entendieron… y los anticiparon”.

Y a este punto el evangelista nos ofrece una imagen de Jesús de particular intensidad, ‘fotografiando’ por así decir sus ojos y recogiendo los sentimientos de su corazón. Dice así el evangelista: “Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato”.

Retomemos los tres verbos de este sugestivo fotograma: ver, tener compasión, enseñar. Los podemos llamar los ‘verbos del Pastor’.

El primero y el segundo están siempre asociados a la actitud de Jesús: de hecho su mirada no es la de un sociólogo o la de un fotoreporter, porque Él mira siempre “con los ojos de corazón”.

Estos dos verbos: ‘ver’ y ‘tener compasión’, configuran a Jesús como el Buen Pastor. También su compasión no es solo un sentimiento humano, pero es la conmoción del Mesías en la que se hizo carne la ternura de Dios. Y de esta compasión nace el deseo de Jesús de nutrir a la multitud con el pan de su palabra.

O sea, enseñar la palabra de Dios a la gente. Jesús ve; Jesús tiene compasión; Jesús enseña. ¡Que bello es esto!» (S.S. Francisco, Angelus del19 de julio de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Aprovechar el cambio de rutinas del fin de semana y buscar un tiempo para ir en familia a una visita a Cristo Eucaristía.

 

«¿Saben cuál fue el motivo que movió a Jesucristo a permanecer día y noche en nuestros templos? Pues fue para que, cuantas veces quisiéramos verle, nos fuese dado hallarle. ¿Cuán grande eres, ternura de un padre! ¡Qué cosa puede haber más consoladora para un cristiano que sentir que adora a un Dios presente en cuerpo y alma!»

(Santo Cura de Ars, Sermón sobre el Corpus Christi)

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