Sábado 6 de mayo de 2023 – «Soy hijo en el Hijo»

Adrián Olvera, LC

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey Nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, dame la gracia no sólo de conocerte más… sino de experimentar tu amor.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 14, 7-14

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto”. Le dijo Felipe: “Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta”. Jesús le replicó: “Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ha visto a mí, ve al Padre. ¿Entonces por qué dices: ‘Muéstranos al Padre’? ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mí, créanlo por las obras. Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aún mayores, porque yo me voy al Padre; y cualquier cosa que pidan en mi nombre, yo la haré para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Yo haré cualquier cosa que me pidan en mi nombre”.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Llevo tanto tiempo con ustedes y ¿aún no me conoces? – dice Jesús a uno de sus apóstoles. Tanto tiempo transcurrido sin percatarse. Tanto tiempo sucedido sin escuchar delicadamente su mensaje.

¿A qué has venido Señor? ¿Por qué me has dedicado todo tu tiempo?

Desde la encarnación desviaste mi mirada hacia el cielo; mostrándome sin decir nada algo divino, algo bueno, algo eterno… querías mostrarme el amor.

Cada huella que dejaste en este mundo lleva consigo este deseo de mostrar… de llevarme al Padre. Quieres que descubramos que somos hijos; hijos de un Padre que nos ama; hijos en todo el sentido de la palabra.

Es un misterio… es un don que Tú quieres regalarme; quieres que experimente el amor tan íntimo que hay entre el Padre y el Hijo, haciéndome hijo en el Hijo.

Sólo de pensarlo: soy hijo de Dios… me hace preguntarme tantas cosas… ¿A quién voy a temer? ¿Quién me separará de este amor? Me hace sentir seguro, tranquilo, en paz pues, un Padre ama, no por lo que se haga o se tenga, simplemente ama por el simple hecho de amar…

Tan sólo pensarlo… tan sólo creerlo…soy hijo de Dios. Gracias, mi Señor, por este don.

«Jesús, el Hijo eterno, hecho hijo en el tiempo, nos ayude a encontrar el camino de una nueva irradiación de este experiencia humana así de simple y así de grande que es ser hijos. En el multiplicarse de las generaciones hay un misterio de enriquecimiento de la vida de todos, que viene del mismo Dios. Debemos redescubrirlo, desafiando al prejuicio; y vivirlo, en la fe, en perfecta alegría».
(Catequesis SS Francisco, 11 de febrero de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración. Disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

En un momento del día rezar tranquila y detenidamente, sin prisas, un rosario, o al menos un misterio, pidiendo a María su intercesión para que Dios me conceda la gracia de saberme su hijo.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

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