«Trabajo para tender puentes entre los jóvenes y Cristo, hacia donde estén llamados»

Daniel Fidalgo tiene 25 años, es brasileño y es colaborador del Regnum Christi. Su destino le ha llevado a España, a la Universidad Francisco de Vitoria donde trabaja en los distintos departamentos de Extensión Universitaria. Ha concedido una entrevista a Lo+RC y, casi recién llegado que cuenta, ha participado en el Encuentro de Formadores del Regnum Christi en Barcelona, del que también nos ha dejado su impresión.

Daniel ha cursado la carrera de derecho, y fue colaborador del ECYD en 2009 en Brasil, Madrid y Roma. A continuación puedes conocerle y leer su testimonio.

¿Por qué te decidiste a ser colaborador?

Lo hablé con mi director espiritual en Brasil. Yo lo concebía como un agradecimiento de forma completa de todo lo que he vivido y recibido. Es la mejor manera que encontré. Hay además un toque de aventura. No me imagino la de cosas que tengo por vivir.

¿Cuál es la tarea concreta de un colaborador del Regnum Christi?

En mi caso, estoy en Extensión Universitaria al servicio de sus departamentos en tareas de acompañamiento. Trabajo para tender puentes entre los jóvenes y Cristo, no sólo hacia el RC, sino hacia donde estén llamados. Pretendo transmitir con base en lo que recibí.

"Trabajo para tender puentes entre los jóvenes y Cristo, hacia donde estén llamados"

¿Qué sentiste y qué sientes después de dejar Brasil y llegar a España?

Sentí que todo era nuevo: la gente, la cultura, el idioma, etc. Pero un sacerdote me dijo: «El que ama no teme». Me costó, pero cambié la ansiedad por las ganas. Me recogió el P. Javier Oseguera, LC, que me acogió muy bien y me tranquilizó. También me ayudó conocer a Alonso, otro colaborador, que me hizo sentirme acompañado y con el que tengo una buena sintonía.

¿Qué destacarías del Encuentro de Formadores de Barcelona?

Me gustaron muchas cosas. En la adoración, por ejemplo, el padre invitó a cada una de las localidades para la bendición y de Bilbao sólo había una persona, pero tenía a todo el Movimiento con ella. Me sentí igual de arropado. Hay mucho que hacer, pero, estando así de unidos en Cristo y en el Regnum Christi hay mucho trabajo hecho. También hubo un pastor evangélico que nos dio una formación sobre la evangelización y me impactó que nos invitó a que escucháramos más y habláramos menos.

¿Qué piensas cuando ves a otros colaboradores?

Me tranquilizó bastante. Ser colaborador no es cambiar a los demás, sino transformarse y mostrarlo a los demás. No es irse de cura a rezar, ni un intercambio.

Es decir «sí» a todo, a darlo todo. Cuando veo a otros siento que comparto eso con ellos. Estamos en un mismo barco con el mismo capitán. Llevó poco más de una semana aquí y ya sé que he acertado con mi decisión.

¿En qué ha consistido tu recorrido de formación?

Entras a ser colaborador por una invitación fuerte directamente de Cristo. Ése es el primer paso: dar el «sí». Después, comienzas unos cursos que tratan desde cómo comportarse en la mesa hasta la actividad de las ONGs. Es muy variado, pero muy completo. Durante un año te formas, participas en las actividades de Regnum Christi y te enriqueces con unas propias para los colaboradores. En Brasil pasas 25 días en un cursillo sólo de colaboradores donde recibes formación integral, bioética, etc., temas sobre las que la juventud necesita hablar y también discutir con apertura. Aprendes a ponerte en el lugar del otro y a comunicar. Después recibes el destino y me tocó España.

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