«Que las niñas con sus amigas transmitan el ECYD y lo vivan como un estilo de vida»
Luiza Mendes es consagrada del Regnum Christi, es brasileña y llegó a España en marzo de 2012 para terminar su período de estudios. Después, en septiembre de 2013, empezó su etapa de apostolado en Everest School Monteclaro como instructora de formación de Primaria.
Puesto que ha estado muy vinculada con el ECYD desde que llegó, el año pasado la nombraron directora de esta propuesta del Regnum Christi para las adolescentes en el colegio.
Luiza, quien estará otros tres años al frente del ECYD del colegio, recientemente ofreció una entrevista a Lo+RC para explicar, entre otras cosas, cómo ha ido este año y qué objetivos se están marcando para el próximo curso.
¿Cuál es tu balance de este curso del ECYD?
Justo al finales del mes de mayo hemos tenido una jornada de evaluación de este año y programación para el próximo curso. En ella estuvimos las consagradas que trabajamos en este realidad: Laura Matthews, Anne-Marie, Amelia y yo, e invitamos a Mónica Ortiz, que conoce la realidad apostólica en el colegio y en España y ha tenido experiencia en el ECYD para que nos aconsejara.
En esta jornada hemos podido ver con mucha claridad cuáles son nuestros puntos de trabajo para este próximo curso. Hicimos un análisis de debilidades, fortalezas, oportunidades… y concluimos en que este año había habido muchas cosas positivas, y otras muchas a mejorar. Entre las primeras, destacar que en el ECYD constatamos un deseo creciente en personas que quieren ayudar (niñas, responsables, madres del colegio).
Pero también hemos notado que hace falta que las niñas que participan se identifiquen con la propuesta del ECYD, es decir: que vivan el ECYD, transmitan el ECYD… y lo vivan como un estilo de vida, pues en el fondo el ECYD desea llevarles a Cristo y que transmitan a Cristo. Vivir el ECYD se debe traducir en llevar a Cristo a los demás.
¿En qué crees que más se ha ayudado a las niñas?
Creo que en conocer un poco más lo que es el ECYD, el sentido de misión que tiene un miembro: de acercar a los demás a Dios, con sus amigas, y así buscar cambiar el mundo, haciendo el bien a los demás.
¿Qué actividades han sido las más destacadas de este año?
Por ejemplo, la fiesta de Pascua, preparada por las niñas del ECYD de primaria a niños discapacitados; la Casa Cuna, que fue la recogida de alimentos y juguetes para niños con madres solteras y llevárselos; la acampada del ECYD, una convivencia con miembros del ECYD en la Sierra de Sevilla; la entrevista/testimonio con los primeros miembros del ECYD de España, Maleny Medina, Natalia Moreno – ex-alumna del cole-, Ma. José González y Paloma Chico; y dibujar su propia sudadera ECYD.
¿Cómo ha influido en el trabajo pastoral que ya se cuente con los estatutos del ECYD aprobados?
Fue una buena guía para nuestra evaluación y plan estratégico del próximo año, sobre todo para definir nuestras prioridades: como por ejemplo la vida en equipo, y sobre todo el poner a las responsables «en el centro».
¿Ya tienen objetivos planteados para el año que viene? ¿Nos los podrían compartir?
Nuestro objetivo es que Dios sea cada vez más amado y conocido a través del ECYD en el Everest, afianzándose como un estilo de vida en cada uno de sus integrantes.
Una de las áreas de trabajo que más vamos a trabajar es la capacitación de responsables, que creemos que es un pilar fundamental, y lo haremos con diferentes actividades y formaciones pensadas para ellas.
La segunda es fortalecer la identidad del ECYD, es decir, crear conciencia de la alianza con Cristo y la pertenencia. Y por último, dar un impulso a la vida de equipo con la idea de que las madres de familia que quieran también puedan involucrarse y colaborar.