Viernes 11 de diciembre – ¿Sigo el camino de Dios o el mío?

En Ti encuentro la razón para abandonar el camino fácil, para vivir mi vocación al amor de forma más perfecta. Te escucho.

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, inicio mi meditación listo para hacer lo que Tú me pidas, porque por mí mismo, casi siempre tomo el camino más fácil; sin embargo sé que el camino de un cristiano debe pasar por la puerta estrecha. En Ti encuentro la razón para abandonar el camino fácil, para vivir mi vocación al amor de forma más perfecta. Te escucho.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Mateo 11, 16-19

En aquel tiempo, Jesús dijo: «¿Con qué podré comparar a esta gente? Es semejante a los niños que sientan en las plazas y se vuelven a sus compañeros para gritarles: «Tocamos la flauta y no han bailado; cantamos canciones tristes y no han llorado». Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: ‘Ese es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y gente de mal vivir’. Pero la sabiduría de Dios se justifica a sí misma por sus obras: «Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y gente de mal vivir». Pero la sabiduría de Dios se justifica a sí misma por sus obras».

Palabra del Señor.

Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

Pero yo no les entiendo, son como aquellos niños: hemos sonado la flauta y no han bailado; hemos cantado un lamento y no han llorado ¿Pero qué quieren? ¡Queremos salvarnos como nos gusta! Es siempre este el cierre al mundo de Dios […]

No confundamos ‘libertad’ con ‘autonomía’, elegir la salvación que consideramos sea aquella ‘justa’. ¿Creo que Jesús sea el Maestro que nos enseña la salvación? ¿O por el contrario voy por todas partes para alquilar a un gurú que me enseñe otra?

¿Un camino más seguro o me refugio bajo el techo de las prescripciones y de tantos mandamientos confeccionados por los hombres? Y así me siento seguro y con esta ‘seguridad’ -es un poco duro decirlo- seguridad con la que compro mi salvación, y que Jesús da gratuitamente con la gratitud de Dios? Hoy nos hará bien ponernos estas preguntas. Y la última: ¿yo me resisto a la salvación de Jesús? (Cf Homilía de S.S. Francisco, 3 de octubre de 2014, en Santa Marta).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. 

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Voy a revisar, o hacer mi plan de vida si no tengo uno, para ver si está de acuerdo a mis deseos o la voluntad de Dios.

 

«Estemos firmemente decididos a hacer en todo la voluntad de Dios. Dios habla a aquellos que desean obedecerle. Que Jesucristo te robe tu corazón y te haga apóstol de su caridad»

(Padre Jacques Philippe)

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