Viernes 14 de abril de 2023 – «Nunca más solos, todo con Jesús»

Paulina Tena González Méndez, CRC 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén. 

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino! 

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) 

Te entrego mis manos para hacer el trabajo contigo, te entrego mis pies para caminar contigo, te entrego mis ojos para ver lo que tú ves, te entrego mi lengua para hablar tus palabras, te lo entrego todo y lo recibo todo de ti, en esta oración y en cada instante de mi vida. Así, en tu presencia úneme a tu corazón resucitado, que esta oración sea para gloria de Dios y por todos los que me has dado.  

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 21, 1-14 

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar.» Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo». Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?». Ellos contestaron: «No». Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: «Es el Señor». Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger». Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Vamos, almorzad». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos. 

Palabra del Señor. 

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio 

Te me has revelado, me has hecho experimentar tu amor al extremo, resucitaste para darme vida en abundancia y aun así mi fragilidad me hace pensar que me las tengo que arreglar solo. Salgo a “pescar” en mi barca vieja. Busco resolver asuntos con mis cualidades y mis propias fuerzas. Pero me conoces y sales a mi encuentro…; en mis esfuerzos me dices: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». ¡Y así sucede! 

Contigo siempre encuentro, contigo puedo. CONTIGO. Es otra forma de experimentarte constantemente vivo. Hacer las cosas juntos. Conversar contigo de lo que haré o de las decisiones que quiero tomar. Resolver los asuntos, desahogar el corazón, ilusionarme contigo. 

¿Cuál es el efecto? Que cada vez podré palpar más tu presencia, tu huella en los acontecimientos de la vida y, como Juan, podré decir desde el fondo de mi corazón “¡Es el Señor!”.  

Al decirlo otros también te podrán reconocer. Como Pedro, que le bastó escuchar esa afirmación para tirarse de la barca e ir a ti. Deseo que muchos puedan ir a ti y hoy me dejas ver que reconociéndote y compartiendo mi experiencia de ti, será un camino claro que anuncie que estás vivo. 

«La presencia de Jesús resucitado transforma todas las cosas: la oscuridad es vencida por la luz, el trabajo inútil es nuevamente fructuoso y prometedor, el sentido de cansancio y de abandono deja espacio a un nuevo impulso y a la certeza de que Él está con nosotros». (S.S. Francisco, Regina Caeli del 10 de abril de 2016). 

Diálogo con Cristo 

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. 

Propósito 

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. 

Busca hacer conciencia, cuando empieces a hacer alguna de tus actividades, para hacerlas con Jesús. 

Despedida 

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén. 

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino! 

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros. 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

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