Viernes 23 de agosto de 2019 – Mi amor.
H. José Romero, L.C.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, ayúdame a amarte en este momento.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 22, 34-40
En aquel tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los saduceos, se acercaron a él. Uno de ellos, que era doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?”.
Jesús le respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos o dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Hace algún tiempo estaba hablando con una persona sobre qué es el amor, sobre cómo se ama. Por desgracia para mí la conclusión de la otra persona fue que yo era un ejemplo perfecto de una persona que nunca había amado en su vida, que nunca había estado enamorado.
Para mí fue bastante impactante su comentario, tanto que no pude seguir hablando. Ciertamente amo a Dios, es algo por la cual no puedo dudar, ya que ese amor que Él me tiene y que yo le tengo, es la única razón por la que soy legionario, pero ¿cómo le estaba amando? ¿Qué amor estaba dando?
En el Evangelio vemos que nuestro Señor nos dice que el amar a Dios y al prójimo es lo que sostiene toda la Ley y los profetas, por lo tanto, el amar a Dios y amar al prójimo, es lo más importante para cada persona que se llame cristiano. Es imposible para un cristiano no amar.
Pero este amar no es simplemente amar como yo creo que debe ser, es un amar que implica un corresponder, es un amar a Dios como Él me ama, es una amar al prójimo como Dios lo ama. Amemos a Dios y a nuestro prójimo como Dios quiere que le amemos, amemos con amor de Dios para poder amar de verdad. Y ahora pregunto, ¿has estado enamorado? ¿Has amado cómo Dios quiere que le ames? ¿No? No importa, nunca es tarde para amar, hoy puedes empezar, solo depende del amor que quieras darle a Dios y a tu prójimo.
«Entonces, ¿cuál es la novedad de este mandamiento que Jesús encomienda a sus discípulos? ¿Por qué lo llama “mandamiento nuevo”? El antiguo mandamiento del amor se ha convertido en nuevo porque ha sido completado con este añadido: “como yo os he amado a vosotros”, “amaos los unos a los otros como yo os he amado”. La novedad está completamente en el amor de Jesucristo, ese con el que Él ha dado la vida por nosotros. Se trata del amor de Dios, universal, sin condiciones y sin límites, que encuentra el ápice sobre la cruz. En ese momento de extremo abajamiento, en ese momento de abandono al Padre, el Hijo de Dios ha mostrado y donado al mundo la plenitud del amor. Repensando en la Pasión y en la agonía de Cristo, los discípulos comprendieron el significado de esas palabras suyas: “Que como yo os he amado a vosotros, así os améis también vosotros los unos a los otros”»
(Regina coeli de S.S. Francisco, 19 de mayo de 2019).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Amar a los demás como Cristo me ama a mí.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.