Viernes 5 de marzo de 2021 – La piedra angular
H. Miguel Pastrana, L.C.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, Dios mío. Dame tu luz para verte en mi vida.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 21, 33-43. 45-46
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola: “Había una vez un propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego la alquiló a unos viñadores y se fue de viaje.
Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados, golpearon a uno, mataron a otro, y a otro más lo apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros, y los trataron del mismo modo.
Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: ‘A mi hijo lo respetarán’. Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros: ‘Éste es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia’. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron.
Ahora díganme: Cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará con esos viñadores?¨. Ellos le respondieron: ¨Dará muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo”.
Entonces Jesús les dijo: ¨¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable?
Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos¨.
Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos comprendieron que Jesús las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la multitud, pues era tenido por un profeta.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
¿Cuál es la concepción que tenemos de las reacciones de Dios? En el Evangelio, Jesús propone una parábola que desconcierta a los fariseos y los escribas. El propietario manda primero a sus siervos a pedir la ración de la cosecha que le correspondía. Primeramente, la reacción de los viñadores nos sorprende, al igual que la reacción del propietario. El propietario llega tan lejos que incluso manda a su hijo pensando que le respetarían. Los viñadores deciden matarlo. Entonces, ¿qué hace el propietario?
La mayoría de nosotros respondería como los escribas: «Ellos le respondieron: ¨Dará muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo», Pero Dios no actúa así. Dios cambia el juego y les hace ver que, aunque comentan el peor pecado del universo, la piedra que desechan los constructores se convierte en la piedra angular.
¿Cuál es esta piedra que han desechado los constructores en tu vida? Tal vez es un error que cometiste hace mucho tiempo, tal vez es un defecto del que te avergüenzas incluso ahora. ¿Se lo has entregado ya al Señor? Y si lo has hecho, ¿te has dado cuenta de cómo se ha convertido esta piedra en motivo de victoria? Te invito a revisar esto en tu vida y darle gracias a Dios por ese regalo. También puedes pedirle luz si todavía no encuentras su mano en tu vida.
«Con esta dura parábola, Jesús pone a sus interlocutores frente a su responsabilidad, y lo hace con extrema claridad. Pero no pensemos que esta advertencia valga solamente para los que rechazaron a Jesús en aquella época. Vale para todos los tiempos, incluido el nuestro. También hoy Dios espera los frutos de su viña de aquellos que ha enviado a trabajar en ella. A todos nosotros. En cada época, los que tienen autoridad, cualquier autoridad, incluso en la Iglesia, en el pueblo de Dios pueden sentir la tentación de seguir su propio interés en lugar del de Dios. Y Jesús dice que la verdadera autoridad se cumple cuando se presta servicio, está en servir, no en explotar a los demás. La viña es del Señor, no nuestra. La autoridad es un servicio, y como tal debe ser ejercida, para el bien de todos y para la difusión del Evangelio. Es muy feo cuando en la Iglesia se ve que las personas que tienen autoridad buscan el propio interés.»
(Ángelus de S.S. Francisco, 4 de octubre de 2020).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a buscar un momento especial para pedir perdón a alguien que he ofendido o un momento especial para perdonar.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.