XVII edición de la Copa Faro de Curicó congrega a más 500 niños
A comienzos de octubre se realizó este tradicional torneo que organiza la sección de señores de Curicó (Chile). En él se promueven valores como la empatía, el trabajo en equipo y el respeto.
El primer fin de semana de octubre se realizó la Copa Faro Curicó, luego de dos años sin poder organizarla por la pandemia. En esta versión participaron 50 equipos de primero básico a segundo medio, de nueve colegios. Incluso abrieron una categoría para niñas. Pablo Cerezuela, miembro del Regnum Christi de esta localidad, comenta cómo fue el retorno.
¿Qué significa para la localidad de Curicó la Copa Faro?
Es una actividad reconocida en la ciudad, ya que este año fue su XVII edición y muchos niños han podido participar a lo largo de estos años.
¿Cómo se vive o expresa el carisma del Regnum Christi en la Copa Faro?
Tratamos de reflejar nuestra fe en transmitir a los profesores, papás y, sobre todo a los niños, que es una actividad para pasarlo bien, y más que competitiva es recreativa, de esparcimiento y familiar. Por lo anterior, la Copa más importante y grande es la Copa Espíritu FARO, que se la llevan los equipos que mejor reflejen, tanto dentro como fuera de la cancha, lo que buscamos reforzar como valores. Además, participa activamente el P. Francisco Carvajal, LC, quien inaugura y bendice las copas y el día del campeonato celebra una misa junto a los equipos y sus familias.
¿Qué implica para ustedes organizar este campeonato?
Es un apostolado muy potente y difícil de hacer, pero como lo hacemos por el Jefazo y su Santísima Madre, vale la pena el tiempo invertido en efectuarla.
¿Cómo ha sido retomar esta tradición luego de la pandemia?
Muy difícil. Costó mucho motivar a los colegios y a los auspiciadores. Llegó un minuto que uno de los señores dijo: pensemos que es nuestra primera Copa Faro, no importa cuántos equipos lleguen ni cuánto apoyo podamos recibir. Fue como entregarse a la voluntad del Jefazo y su Santísima Madre… y finalmente llegaron muchos más niños de los que esperábamos.