Regnum Christi Internacional

Sábado 5 de febrero de 2022 – «No desertar a pesar del cansancio»

Meditacion 5 feb 22

Juan Salvador Nuño García, LC

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

 

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, me pongo en tu presencia para poder llenarme de ti, que Tú seas el único que reine en mi corazón. Se tú, Señor, quien dé en mi día a día a mis hermanos.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Marcos 6, 30-34
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: “Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco”. Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.

Palabra del Señor.

 

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

En este Evangelio Jesús nos invita también a nosotros a descansar. El seguimiento de Jesús no es un camino fácil, Él mismo dijo que el que no se niegue a sí mismo no era digno de seguirle. Jesús es plenamente humano, sabe preocuparse por sus discípulos y sabe conmoverse por la gente que le busca.

Jesús, nos invita con este Evangelio a no desertar de nuestra misión a pesar de nuestro cansancio. Jesús es el primero que se lanza en busca de las personas que le seguían. Sigamos pues ese ejemplo de nuestro maestro y luchemos a pesar del cansancio para llevarlo a los demás.

 

«Jesús proclama ante la mirada sorprendida de todos: Dios es cercano y quiere cuidar de mí, de ti, de todos. Y este es el modo de tratar de Dios: la cercanía». (S.S. Francisco, Domingo de la palabra de Dios, 23 de enero de 2022).

 

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

 

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Proponte ser un buen seguidor de Jesús, saliendo al encuentro de los demás, especialmente de quien más lo necesite.

 

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

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