Del 23 al 25 de mayo, miembros del Regnum Christi —consagradas, legionarios y laicos— se reunieron en Magdala, a orillas del Mar de Galilea, para participar en el taller-seminario «Vive el Misterio», una experiencia de oración, reflexión y comunión espiritual. Respondiendo a algunas preguntas, nos comparten cómo viven el carisma desde su realidad vocacional, los retos que conlleva vivir en una zona de conflicto por la guerra y como este seminario les ha ayudado a redescubrir el sentido de comunidad, de familia espiritual forjadora de apóstoles.
Los participantes, de distintos países y misionando en Tierra Santa, compartieron cómo esta experiencia renovó su vocación, iluminó su misión y los inspiró a comunicar con más profundidad el mensaje de Cristo; reflexionaron sobre cuatro dimensiones clave del carisma: la llamada de Cristo, la creación de comunidad, la misión evangelizadora y la formación apostólica. Cada día del seminario integró oración (Lectio Divina), conferencias y talleres para intercambiar ideas.
El P. Rafael Ducci, L.C., participó presencialmente como parte del equipo Vida y Misión de la dirección general, mientras que Cecilia Ruiloba, consagrada y actual responsable de Vida y Misión de Regnum Christi en España, ofreció una conferencia virtual. En total, veinte personas asistieron de manera presencial, formando una comunidad representativa del Regnum Christi en Tierra Santa.
Redescubriendo la comunidad
Para Samantha Rivera, miembro laico de Regnum Christi desde hace 23 años y residente en Tierra Santa, su vida está profundamente marcada por esta espiritualidad del Regnum Christi.
Samantha, ¿qué significado tuvo este seminario para ti?
El taller me ayudó a reconectarme con nuestro carisma, especialmente con ese llamado personal que me hizo Cristo hace tantos años y que sigue resonando en mi misión como laica de Regnum Christi. Hoy, al vivir en Tierra Santa y servir en un centro confiado a nuestra institución, ese llamado adquiere un matiz nuevo. Fue una renovación profunda y una invitación a redescubrir el sentido de comunidad apostólica desde esta tierra tan significativa.
¿Cómo vives actualmente tu pertenencia a Regnum Christi?
El Regnum Christi ha sido parte de mi vida desde hace 24 años y sigue siendo una parte fundamental, porque es, ante todo, mi familia espiritual. Me ha dado la oportunidad de renovarme continuamente como miembro activo de la Iglesia. Al convivir a diario con consagradas y legionarios, mi vida espiritual está profundamente marcada por esta espiritualidad. También me enriquece compartir con otras realidades eclesiales, lo cual me ayuda a vivir con mayor conciencia mi misión apostólica.
El P. Luis Eduardo Rodríguez Alger, L.C., es un sacerdote salvadoreño recién ordenado en marzo de 2025. Durante estos días comentó que el taller le motivó a seguir profundizando en la formación de formadores al estilo de Jesús.
P. Luis Eduardo, ¿qué le aportó este seminario en su comprensión del carisma del Regnum Christi?
Me encantó profundizar en lo que Tierra Santa puede aportar a todos los miembros como fuente y origen de nuestro carisma, que es profundamente cristocéntrico. El contacto con la tierra de Nuestro Señor nos recuerda la realidad e historicidad de los misterios de la fe y del amor infinito de Dios.
¿Hay aspectos del carisma que le gustaría seguir explorando?
Sí. Me gustaría seguir profundizando en la formación de formadores al estilo de Jesús: cómo empodera a sus apóstoles para ser líderes y transformar el mundo, y cómo sabe leer los signos de los tiempos y lugares para llegar al corazón de las personas.
Kathleen Nichols, consagrada desde hace 32 años y originaria de Wyoming, EE.UU., comparte que Tierra Santa es ideal para vivir el misterio y convertirse en testigos vivos del Evangelio.
¿Cómo viviste la experiencia del seminario en Magdala?
Fue un profundo privilegio. Este encuentro actúa como un tipo de reencuentro familiar, revitalizando nuestra vocación compartida y proyectando cómo facilitar encuentros con Cristo en nuestro contexto de Medio Oriente. Interactuar entre nosotros ayuda a apreciar el llamado único que el Señor ha extendido a cada uno dentro de Regnum Christi.
¿Qué desafíos y oportunidades ves en la misión en Tierra Santa?
El desafío es reconocer y abrazar las distintas vocaciones, pero complementarias de laicos, consagradas y legionarios. Cuando todos contribuimos a la misión común, se transforma una buena obra en una experiencia vibrante. Tierra Santa es ideal para vivir el misterio y convertirse en testigos vivos del Evangelio.
Cecile Martin-Hougatte, consagrada desde hace 32 años y originaria de París, Francia, piensa que, a pesar de la guerra que se experimenta en la zona, siente que Jesús sigue caminando allí como lo hizo con los discípulos de Emaús.
¿Cómo impacta el contexto actual de Tierra Santa la misión?
La realidad es complicada por la guerra y la disminución de peregrinos católicos. Pero como los discípulos de Emaús, sentimos que Jesús sigue caminando con nosotros. Nuestro deseo es lograr que esta experiencia llegue a más personas.
¿Qué te inspira del carisma del Regnum Christi para aplicarlo al mundo de hoy?
El mundo aspira a la espiritualidad y a la relación, pero va demasiado deprisa y olvida la belleza del ser humano como lo pensó Dios. Esto me impulsa a ofrecer el don de una relación con Jesucristo y momentos de silencio, donde su amor se revela. Tierra Santa es privilegiada para esto.
El P. Eamon Kelly, L.C., sacerdote irlandés y vicedirector de Magdala, invita a valorar el Encuentro con Cristo como una comunidad dinámica.
P. Eamon, ¿qué balance hace de este seminario?
El seminario Vive el Misterio anima mucho. Nos recuerda que somos para la misión y que se están reanudando elementos substanciales como los cursillos, que formaron a las primeras generaciones del Regnum Christi. Es esperanzador volver a valorar el Encuentro con Cristo como una comunidad dinámica que forja de apóstoles. Los ejemplos de evangelización que surgen en todo el mundo nos motivan a pensar fuera de esquemas estancados y dejarnos llevar por la fuerza del Espíritu Santo.
En la historia viva de Galilea, el seminario Vive el Misterio ha sido mucho más que una formación. Ha sido un llamado renovado, un reencuentro fraterno y una brújula para seguir haciendo presente a Cristo desde esta Tierra Santa hacia el mundo entero.
